Estudios recientes encuentran que el coronavirus causa el agotamiento de células inmunes clave
Por el equipo editorial de HospiMedica en español Actualizado el 02 Aug 2020 |
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Estudios recientes han encontrado que, de forma similar al VIH, el SARS-CoV-2 también puede agotar las células inmunes clave en pacientes con COVID-19, lo que sugiere que se podría requerir un cóctel de medicamentos para tratar a los pacientes infectados con el coronavirus, según un informe del New York Times.
Además de afectar los pulmones, los riñones, el corazón y el sistema circulatorio, así como el sentido del olfato y el gusto, los investigadores descubrieron que el SARS-CoV-2 también causa el agotamiento de ciertas células esenciales, amenazando, de esta manera, el sistema inmunológico y aumentando el riesgo para los pacientes hospitalizados con el coronavirus. El SARS-CoV-2 parece tener firmas inmunológicas muy complejas y varios estudios sugieren que el virus causa un agotamiento de las células T y las células B en pacientes críticos con COVID-19, dice el informe del New York Times. Una observación clave de los investigadores fue un marcado aumento en los niveles de una molécula llamada IP10, que envía las células T a las áreas del cuerpo donde se necesitan. En general, los niveles de IP10 aumentan solo durante un breve período cuando se generan las células T. Sin embargo, en pacientes con COVID-19, sus niveles de IP10 aumentan y permanecen altos, similar a los pacientes infectados por SARS y MERS, que también son causados por coronavirus. Esto podría crear una señal caótica en el cuerpo, ya que el cuerpo puede estar señalando las células T casi al azar, lo que confunde la respuesta inmune.
Los investigadores descubrieron que el sistema inmune de pacientes con COVID-19, gravemente enfermos, se deteriora como resultado de una reacción exagerada, similar a los pacientes con sepsis. Cuando los sistemas inmunes de los pacientes gravemente afectados por las infecciones por coronavirus responden con demasiada fuerza al coronavirus, el resultado es una llamada tormenta de citoquinas. Los medicamentos pueden controlar estas reacciones exageradas al bloquear una molécula llamada IL-6, que es otro organizador de las células inmunes, aunque estos medicamentos no han demostrado su eficacia en la mayoría de los pacientes con COVID-19. La supresión de IL-6 en algunos pacientes con niveles elevados podría ser útil, aunque la atención debe centrarse en restaurar y resucitar el sistema inmune, no en suprimirlo, afirmó el informe del New York Times. Esto sugiere que el modelo de tratamiento del VIH, que involucra un cóctel de medicamentos antivirales, podría ser efectivo para pacientes con síntomas leves y severos de COVID-19.
“No he perdido ni un ápice de mi optimismo”, dijo el Dr. Adrian Hayday, inmunólogo del King's College de Londres, al New York Times y cree que, incluso sin una vacuna, la COVID-19 podría ser una enfermedad manejable que puede ser controlada por medicamentos que actúan directamente contra el coronavirus. “Una vacuna sería genial. Pero como la logística de su lanzamiento global es tan desafiante, es reconfortante pensar que no dependemos de una”.
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Los investigadores descubrieron que el sistema inmune de pacientes con COVID-19, gravemente enfermos, se deteriora como resultado de una reacción exagerada, similar a los pacientes con sepsis. Cuando los sistemas inmunes de los pacientes gravemente afectados por las infecciones por coronavirus responden con demasiada fuerza al coronavirus, el resultado es una llamada tormenta de citoquinas. Los medicamentos pueden controlar estas reacciones exageradas al bloquear una molécula llamada IL-6, que es otro organizador de las células inmunes, aunque estos medicamentos no han demostrado su eficacia en la mayoría de los pacientes con COVID-19. La supresión de IL-6 en algunos pacientes con niveles elevados podría ser útil, aunque la atención debe centrarse en restaurar y resucitar el sistema inmune, no en suprimirlo, afirmó el informe del New York Times. Esto sugiere que el modelo de tratamiento del VIH, que involucra un cóctel de medicamentos antivirales, podría ser efectivo para pacientes con síntomas leves y severos de COVID-19.
“No he perdido ni un ápice de mi optimismo”, dijo el Dr. Adrian Hayday, inmunólogo del King's College de Londres, al New York Times y cree que, incluso sin una vacuna, la COVID-19 podría ser una enfermedad manejable que puede ser controlada por medicamentos que actúan directamente contra el coronavirus. “Una vacuna sería genial. Pero como la logística de su lanzamiento global es tan desafiante, es reconfortante pensar que no dependemos de una”.
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