Tasas bajas de cumplimiento dificultan la vigilancia activa del cáncer de próstata
Por el equipo editorial de HospiMedica en español Actualizado el 25 Jun 2019 |
Según un estudio nuevo, solo uno de cada seis hombres que elige la vigilancia activa (VA) en lugar del tratamiento inmediato para el cáncer de próstata (CP) en etapa temprana, se somete a la monitorización.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (UNC, Chapel Hill, EUA) realizaron un estudio de cohorte basado en la población que incluyó a 346 hombres con CP de riesgo bajo o intermedio, recién diagnosticados entre 2011 y 2013 a los que se les realizó la VA. Las historias clínicas y los resultados informados por los pacientes, incluidos la ansiedad por el cáncer de próstata (PCA) y el arrepentimiento de su decisión con respecto al cáncer de próstata (PCDR), se recogieron de forma prospectiva. Se evaluó la adherencia a la monitorización según las pautas contemporáneas, que recomiendan pruebas de antígeno prostático específico (PSA) cada 3 a 6 meses y biopsia de próstata dentro de los 18 meses posteriores al diagnóstico inicial.
Los resultados revelaron que en el 58% de los pacientes se realizaron las pruebas de PSA de manera adecuada y en el 45% se realizó una biopsia de próstata. En general, el 32% de los pacientes recibió una guía de seguimiento adherente. El seguimiento por urología durante el primer año fue del 97%, pero se redujo al 67% en el segundo año. Además, los investigadores encontraron que dentro de los primeros dos años, el 16% de los pacientes resolvió tratarse, lo que dejó al grupo de VA en solo el 15% de la cohorte. Las puntuaciones de PSA y la edad más joven se asociaron significativamente con la conversión, y el 94% no expresó arrepentimiento. El estudio se presentó en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), celebrado en junio de 2019 en Chicago (IL, EUA).
“Lo que pensamos desde un comienzo fue que la adherencia al seguimiento no sería perfecta, pero lo que encontramos fue que la adherencia al seguimiento fue de solo alrededor del 15%. Si ese es el caso, surge la pregunta de si la VA es una buena opción para los pacientes y si es segura”, dijo el autor principal, Ronald Chen, MD, MPH. “Quiero enfatizar que nuestro mensaje con este estudio no es desalentar la VA, ya que reconocemos que los pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo reciben un tratamiento exagerado. Si vamos a ofrecerla, debemos asegurarnos de que se les recuerde a los pacientes sus citas, que alguien haga un seguimiento del hecho de que si reciben el seguimiento que necesitan”.
El tratamiento estándar actual para los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo es la VA, que implica la monitorización de los niveles de PSA, la realización de tactos rectales o de biopsias de próstata. Como la terapia radical, que consiste en extirpar o irradiar quirúrgicamente toda la próstata, tiene efectos secundarios significativos a largo plazo, como la disfunción eréctil y la incontinencia, solo se usa para tratar los cánceres de alto riesgo.
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Universidad de Carolina del Norte
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (UNC, Chapel Hill, EUA) realizaron un estudio de cohorte basado en la población que incluyó a 346 hombres con CP de riesgo bajo o intermedio, recién diagnosticados entre 2011 y 2013 a los que se les realizó la VA. Las historias clínicas y los resultados informados por los pacientes, incluidos la ansiedad por el cáncer de próstata (PCA) y el arrepentimiento de su decisión con respecto al cáncer de próstata (PCDR), se recogieron de forma prospectiva. Se evaluó la adherencia a la monitorización según las pautas contemporáneas, que recomiendan pruebas de antígeno prostático específico (PSA) cada 3 a 6 meses y biopsia de próstata dentro de los 18 meses posteriores al diagnóstico inicial.
Los resultados revelaron que en el 58% de los pacientes se realizaron las pruebas de PSA de manera adecuada y en el 45% se realizó una biopsia de próstata. En general, el 32% de los pacientes recibió una guía de seguimiento adherente. El seguimiento por urología durante el primer año fue del 97%, pero se redujo al 67% en el segundo año. Además, los investigadores encontraron que dentro de los primeros dos años, el 16% de los pacientes resolvió tratarse, lo que dejó al grupo de VA en solo el 15% de la cohorte. Las puntuaciones de PSA y la edad más joven se asociaron significativamente con la conversión, y el 94% no expresó arrepentimiento. El estudio se presentó en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), celebrado en junio de 2019 en Chicago (IL, EUA).
“Lo que pensamos desde un comienzo fue que la adherencia al seguimiento no sería perfecta, pero lo que encontramos fue que la adherencia al seguimiento fue de solo alrededor del 15%. Si ese es el caso, surge la pregunta de si la VA es una buena opción para los pacientes y si es segura”, dijo el autor principal, Ronald Chen, MD, MPH. “Quiero enfatizar que nuestro mensaje con este estudio no es desalentar la VA, ya que reconocemos que los pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo reciben un tratamiento exagerado. Si vamos a ofrecerla, debemos asegurarnos de que se les recuerde a los pacientes sus citas, que alguien haga un seguimiento del hecho de que si reciben el seguimiento que necesitan”.
El tratamiento estándar actual para los hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo es la VA, que implica la monitorización de los niveles de PSA, la realización de tactos rectales o de biopsias de próstata. Como la terapia radical, que consiste en extirpar o irradiar quirúrgicamente toda la próstata, tiene efectos secundarios significativos a largo plazo, como la disfunción eréctil y la incontinencia, solo se usa para tratar los cánceres de alto riesgo.
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Universidad de Carolina del Norte
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