Anticoagulantes podrían aumentar la supervivencia en los pacientes con COVID-19
Por el equipo editorial de HospiMedica en español Actualizado el 18 May 2020 |
Según un estudio nuevo, el tratamiento de pacientes hospitalizados con COVID-19 con anticoagulantes puede mejorar sus posibilidades de supervivencia.
Investigadores de la Facultad de Medicina Icahn en Monte Sinaí (Nueva York, NY, EUA), estudiaron las historias clínicas de 2.773 pacientes confirmados con COVID-19 ingresados en cinco hospitales del Sistema de Salud de Monte Sinaí en Nueva York (EUA) entre el 14 de marzo y el 11 de abril de 2020. A todos los pacientes les realizaron un análisis de sangre cuando llegaron al hospital, incluidos varios marcadores inflamatorios. Luego, los investigadores analizaron las tasas de supervivencia de los pacientes que recibieron anticoagulantes, en comparación con los que no, así como la asociación del tratamiento anticoagulante sistémico con los eventos hemorrágicos.
De los pacientes hospitalizados con COVID-19 analizados, el 28% recibió una dosis de anticoagulantes de tratamiento completo. Los resultados revelaron que el tratamiento con anticoagulantes se asoció con una mejor supervivencia hospitalaria, tanto dentro como fuera de la unidad de cuidados intensivos (UCI). De los que no sobrevivieron, los pacientes anticoagulados murieron después de un promedio de 21 días, en comparación con los pacientes sin anticoagulantes que murieron después de un promedio de 14 días. La anticoagulación también tuvo un efecto más pronunciado en pacientes ventilados, con una mortalidad del 62,7% de los pacientes no tratados con anticoagulantes, en comparación con una mortalidad del 29,1% en los pacientes tratados con anticoagulantes.
Un análisis de los estudios de sangre en la historia clínica mostró que los pacientes que recibieron anticoagulantes tenían marcadores inflamatorios más altos en comparación con los pacientes no tratados con anticoagulantes, lo que sugiere que los pacientes con COVID-19 con una enfermedad más grave pueden beneficiarse de los anticoagulantes antes. Los resultados también mostraron que, entre los pacientes que no recibieron anticoagulantes, el 1,9% sufrió un evento hemorrágico, en comparación con el tres por ciento entre los que recibieron anticoagulantes. El estudio fue publicado el 6 de mayo de 2020 en la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC).
“Esta investigación demuestra que los anticoagulantes tomados por vía oral, subcutánea o intravenosa pueden desempeñar un papel importante en el cuidado de los pacientes con COVID-19, y estos pueden prevenir posibles eventos mortales asociados con el coronavirus, incluidos ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y embolia pulmonar”, dijo el autor correspondiente, Valentin Fuster, MD, PhD, médico jefe del Hospital Monte Sinaí. “Se debe considerar la posibilidad de uso de anticoagulantes cuando los pacientes ingresan en la sala de emergencias y han dado positivo para COVID-19 con el fin de posiblemente mejorar los resultados”.
“Este estudio le abre la puerta a un estudio más extenso que se llevará a cabo con 5.000 pacientes positivos para COVID-19, donde evaluaremos la efectividad de tres tipos de terapia antitrombótica: antitrombótica oral, heparina subcutánea y heparina intravenosa, luego quizás podamos comprometer nuestros datos para ensayos clínicos prospectivos”, dijo el autor principal, Girish Nadkarni, MD, codirector del Centro de Informática COVID de Monte Sinaí. “Estamos entusiasmados con estos resultados preliminares que pueden tener un impacto positivo en los pacientes con COVID-19 y potencialmente darles una mayor probabilidad de supervivencia”.
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Facultad de Medicina Icahn en Monte Sinaí
Investigadores de la Facultad de Medicina Icahn en Monte Sinaí (Nueva York, NY, EUA), estudiaron las historias clínicas de 2.773 pacientes confirmados con COVID-19 ingresados en cinco hospitales del Sistema de Salud de Monte Sinaí en Nueva York (EUA) entre el 14 de marzo y el 11 de abril de 2020. A todos los pacientes les realizaron un análisis de sangre cuando llegaron al hospital, incluidos varios marcadores inflamatorios. Luego, los investigadores analizaron las tasas de supervivencia de los pacientes que recibieron anticoagulantes, en comparación con los que no, así como la asociación del tratamiento anticoagulante sistémico con los eventos hemorrágicos.
De los pacientes hospitalizados con COVID-19 analizados, el 28% recibió una dosis de anticoagulantes de tratamiento completo. Los resultados revelaron que el tratamiento con anticoagulantes se asoció con una mejor supervivencia hospitalaria, tanto dentro como fuera de la unidad de cuidados intensivos (UCI). De los que no sobrevivieron, los pacientes anticoagulados murieron después de un promedio de 21 días, en comparación con los pacientes sin anticoagulantes que murieron después de un promedio de 14 días. La anticoagulación también tuvo un efecto más pronunciado en pacientes ventilados, con una mortalidad del 62,7% de los pacientes no tratados con anticoagulantes, en comparación con una mortalidad del 29,1% en los pacientes tratados con anticoagulantes.
Un análisis de los estudios de sangre en la historia clínica mostró que los pacientes que recibieron anticoagulantes tenían marcadores inflamatorios más altos en comparación con los pacientes no tratados con anticoagulantes, lo que sugiere que los pacientes con COVID-19 con una enfermedad más grave pueden beneficiarse de los anticoagulantes antes. Los resultados también mostraron que, entre los pacientes que no recibieron anticoagulantes, el 1,9% sufrió un evento hemorrágico, en comparación con el tres por ciento entre los que recibieron anticoagulantes. El estudio fue publicado el 6 de mayo de 2020 en la revista Journal of the American College of Cardiology (JACC).
“Esta investigación demuestra que los anticoagulantes tomados por vía oral, subcutánea o intravenosa pueden desempeñar un papel importante en el cuidado de los pacientes con COVID-19, y estos pueden prevenir posibles eventos mortales asociados con el coronavirus, incluidos ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y embolia pulmonar”, dijo el autor correspondiente, Valentin Fuster, MD, PhD, médico jefe del Hospital Monte Sinaí. “Se debe considerar la posibilidad de uso de anticoagulantes cuando los pacientes ingresan en la sala de emergencias y han dado positivo para COVID-19 con el fin de posiblemente mejorar los resultados”.
“Este estudio le abre la puerta a un estudio más extenso que se llevará a cabo con 5.000 pacientes positivos para COVID-19, donde evaluaremos la efectividad de tres tipos de terapia antitrombótica: antitrombótica oral, heparina subcutánea y heparina intravenosa, luego quizás podamos comprometer nuestros datos para ensayos clínicos prospectivos”, dijo el autor principal, Girish Nadkarni, MD, codirector del Centro de Informática COVID de Monte Sinaí. “Estamos entusiasmados con estos resultados preliminares que pueden tener un impacto positivo en los pacientes con COVID-19 y potencialmente darles una mayor probabilidad de supervivencia”.
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