Las interacciones a los medicamentos son comunes después del alta de los departamentos de urgencias
Por el equipo editorial de HospiMedica en español Actualizado el 27 Mar 2019 |
Un estudio reciente revela que el 38% de los pacientes dados de alta del servicio de urgencias (DU) tuvieron al menos una interacción de medicamentos como resultado de un medicamento recetado recientemente.
Investigadores en la Universidad de Rutgers (Piscataway, NJ, EUA) y del Hospital de la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, EUA) realizaron una revisión de la tabla respectiva de 500 pacientes dados de alta con una receta del DU durante todo el mes de agosto de 2015. El objetivo principal del estudio fue identificar la interacción farmacológica (DDI, por sus siglas en inglés) más común causada por las recetas de alta escritas por los responsables del tratamiento médico en el servicio de urgencias
Los resultados revelaron que, en general, había 429 DDI entre 858 recetas escritas. De estas, el 15,6% se clasificó como B (no se necesita modificación de la terapia); el 60% de las DDI se clasificó en la categoría de riesgo C (que requiere seguimiento de la terapia); el 22% de las DDI identificadas fue de categoría D (definido como que requiere una consideración de modificación de la terapia) y el 1,6% se identificó como categoría X (definida como una combinación que se debe evitar). Los tres medicamentos más comúnmente asociados fueron los medicamentos para el dolor, como la oxicodona/acetaminofén el ibuprofeno y la ciprofloxacina.
Los ejemplos de DDI incluyen lisinopril (un medicamento para la presión arterial/insuficiencia cardíaca) y el ibuprofeno, que puede causar un aumento en las tasas de daño renal; la oxicodona/paracetamol y el antibiótico fluoroquinolona, que se han asociado con trastornos neurológicos como convulsiones, delirios y alucinaciones; y la oxicodona/acetaminofén y la hidroclorotiazida diurética, que pueden disminuir la eficacia del diurético y causar caídas significativas en la presión arterial o los niveles de sodio. El estudio fue publicado el 26 de febrero de 2019 en la revista American Journal of Emergency Medicine.
“La mayoría de las veces, las interacciones negativas se pueden evitar con un seguimiento exhaustivo y no es necesario un cambio completo en la terapia. Sin embargo, los pacientes a menudo no saben qué medicamentos toman en el hogar y los servicios de urgencias no tienen procedimientos estándar para identificar las interacciones de los medicamentos”, dijo el autor principal, Patrick Bridgeman, PharmD, BCPS, de Rutgers. “Si una nueva receta en un DU tiene una interacción negativa con un medicamento que un paciente toma, el proveedor debe considerar una alternativa”.
Los autores sugieren que los médicos deben sopesar los beneficios y los riesgos de todos los medicamentos antes de formular uno nuevo, así como monitorizar la terapia después de que el paciente abandone el hospital. Si un paciente tiene una lista de medicamentos complejos, es posible que el médico desee consultar a un farmacéutico de los departamentos de urgencias, con el fin de verificar las principales DDI con cualquiera de los medicamentos en el hogar de los pacientes. Además, los proveedores de emergencias pueden comunicarse con el médico de atención primaria de los pacientes, y los pacientes deben ser educados acerca de las DDI para que puedan consultar con su médico.
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Universidad de Rutgers
Hospital de la Universidad de Nuevo México
Investigadores en la Universidad de Rutgers (Piscataway, NJ, EUA) y del Hospital de la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, EUA) realizaron una revisión de la tabla respectiva de 500 pacientes dados de alta con una receta del DU durante todo el mes de agosto de 2015. El objetivo principal del estudio fue identificar la interacción farmacológica (DDI, por sus siglas en inglés) más común causada por las recetas de alta escritas por los responsables del tratamiento médico en el servicio de urgencias
Los resultados revelaron que, en general, había 429 DDI entre 858 recetas escritas. De estas, el 15,6% se clasificó como B (no se necesita modificación de la terapia); el 60% de las DDI se clasificó en la categoría de riesgo C (que requiere seguimiento de la terapia); el 22% de las DDI identificadas fue de categoría D (definido como que requiere una consideración de modificación de la terapia) y el 1,6% se identificó como categoría X (definida como una combinación que se debe evitar). Los tres medicamentos más comúnmente asociados fueron los medicamentos para el dolor, como la oxicodona/acetaminofén el ibuprofeno y la ciprofloxacina.
Los ejemplos de DDI incluyen lisinopril (un medicamento para la presión arterial/insuficiencia cardíaca) y el ibuprofeno, que puede causar un aumento en las tasas de daño renal; la oxicodona/paracetamol y el antibiótico fluoroquinolona, que se han asociado con trastornos neurológicos como convulsiones, delirios y alucinaciones; y la oxicodona/acetaminofén y la hidroclorotiazida diurética, que pueden disminuir la eficacia del diurético y causar caídas significativas en la presión arterial o los niveles de sodio. El estudio fue publicado el 26 de febrero de 2019 en la revista American Journal of Emergency Medicine.
“La mayoría de las veces, las interacciones negativas se pueden evitar con un seguimiento exhaustivo y no es necesario un cambio completo en la terapia. Sin embargo, los pacientes a menudo no saben qué medicamentos toman en el hogar y los servicios de urgencias no tienen procedimientos estándar para identificar las interacciones de los medicamentos”, dijo el autor principal, Patrick Bridgeman, PharmD, BCPS, de Rutgers. “Si una nueva receta en un DU tiene una interacción negativa con un medicamento que un paciente toma, el proveedor debe considerar una alternativa”.
Los autores sugieren que los médicos deben sopesar los beneficios y los riesgos de todos los medicamentos antes de formular uno nuevo, así como monitorizar la terapia después de que el paciente abandone el hospital. Si un paciente tiene una lista de medicamentos complejos, es posible que el médico desee consultar a un farmacéutico de los departamentos de urgencias, con el fin de verificar las principales DDI con cualquiera de los medicamentos en el hogar de los pacientes. Además, los proveedores de emergencias pueden comunicarse con el médico de atención primaria de los pacientes, y los pacientes deben ser educados acerca de las DDI para que puedan consultar con su médico.
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Universidad de Rutgers
Hospital de la Universidad de Nuevo México
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