Nuevo autoinyector podría transformar la atención del trauma en emergencias por hemorragias graves

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 23 Sep 2025

La hemorragia grave es la principal causa de muerte prevenible en traumatología, desde zonas de combate hasta accidentes en carretera. Si bien el ácido tranexámico (TXA) puede mejorar significativamente la supervivencia al estabilizar los coágulos sanguíneos, generalmente se administra por vía intravenosa. Este método es difícil en entornos caóticos y se ha demostrado que cada 15 minutos de retraso en administrar TXA reduce su eficacia en un 10%. Ahora, un nuevo estudio demuestra que un autoinyector de TXA puede administrar un tratamiento vital con mayor rapidez y facilidad que los métodos intravenosos tradicionales, obteniendo resultados que salvan vidas en menos de cinco minutos.

El sencillo autoinyector para administrar TXA fue desarrollado por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Jerusalén, Israel) y no requiere experiencia médica. Diseñado para superar las dificultades de la administración intravenosa en emergencias, al ofrecer un formato listo para usar, el autoinyector garantiza que los pacientes reciban tratamiento en los primeros minutos críticos tras la lesión.


Imagen: el autoinyector TXA administra tratamiento para sangrado severo con la misma eficacia que los métodos intravenosos tradicionales (foto cortesía de 123RF)

El estudio experimental evaluó la administración de TXA con el autoinyector y la comparó con la administración intravenosa tradicional. Los resultados, publicados en la revista científica Injury, mostraron que se alcanzaron niveles terapéuticos en menos de cinco minutos, y que los resultados, como la formación de coágulos y la estabilidad hemodinámica, fueron equivalentes a los de la administración por vía intravenosa. La eficacia se mantuvo constante durante todo el período de tratamiento, lo que confirma la fiabilidad del autoinyector.

Este dispositivo podría revolucionar la respuesta al trauma en entornos prehospitalarios y zonas de combate donde el acceso IV se retrasa o resulta imposible. Su simplicidad permite a paramédicos, personal de primera respuesta e incluso personal no médico administrar tratamiento rápidamente. Más allá de las zonas de combate, la tecnología podría ser vital en accidentes en carretera y escenarios de desastres, proporcionando una solución escalable para el manejo de hemorragias de emergencia. Los investigadores buscan expandir su desarrollo para un uso más amplio en el campo.

“Cuando alguien sangra profusamente, cada minuto cuenta”, dijo el profesor Arik Eisenkraft, quien dirigió el equipo de investigación. “Con este autoinyector, incluso personal no médico puede administrar un tratamiento vital casi al instante, y eso puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.


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