Inducen exitosamente animación suspendida en pacientes quirúrgicos
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 16 Dec 2019
Por primera vez, un paciente enfriado por hipotermia inducida fue revivido con éxito, permitiendo a los cirujanos más tiempo para corregir las lesiones traumáticas.Actualizado el 16 Dec 2019
La nueva técnica, desarrollada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (Baltimore, EUA), se llama preservación de emergencia y reanimación (EPR) e implica enfriar rápidamente a una persona que sufre un trauma agudo y un paro cardíaco a una temperatura de alrededor de 10 a 15°C reemplazando toda su sangre con solución salina helada. A medida que la actividad cerebral del paciente se detiene casi por completo, se desconecta del sistema de enfriamiento y su cuerpo, que de otro modo se clasificaría como muerto, se traslada al quirófano.
Los investigadores informaron que hasta ahora han probado con éxito su proceso en un paciente, y ahora planean un ensayo con 10 personas que recibirán EPR, en comparación con 10 personas que habrían sido elegibles para EPR, de no ser por el hecho de que el equipo correcto no se encontraba en el hospital en el momento de la admisión. El estudio ha sido aprobado dado que los participantes están a solo minutos de la muerte, por haber perdido la mitad de su sangre y que su corazón se había detenido. El plan del estudio se describió en la Academia de Ciencias de Nueva York, y los resultados del estudio están previstos para diciembre de 2020. El informe se publicó el 20 de noviembre de 2019 en la revista New Scientist.
“Sentimos que era hora de llevarlo a nuestros pacientes. Ahora lo hacemos y aprendemos mucho a medida que avanzamos con la prueba. Una vez que podamos demostrar que funciona aquí, podemos ampliar la utilidad de esta técnica para ayudar a los pacientes a sobrevivir, dado que de otra manera no lo harían”, dijo el investigador principal, el profesor de cirugía, Samuel Tisherman, MD. Al comentar sobre el concepto de animación suspendida, dijo: “Quiero dejar en claro que no tratamos de enviar personas a Saturno. Tratamos de ganar más tiempo para salvar vidas”.
El enfriamiento terapéutico se encuentra entre las intervenciones más potentes para la lesión hipóxico-isquémica, una amplia constelación de afecciones que van desde los paros cardíacos y respiratorios hasta la exposición al monóxido de carbono (CO) y a otros gases venenosos. Parece limitar el daño tisular al reducir el metabolismo del oxígeno y la inflamación, al tiempo que mantiene la integridad de las membranas celulares.
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Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland