Herramienta en línea, la primera de su tipo, revolucionará el tratamiento de la hipertensión
Actualizado el 09 Sep 2025
La hipertensión arterial afecta a hasta 1.300 millones de personas y causa alrededor de diez millones de muertes al año. A menudo llamada el “asesino silencioso”, puede permanecer oculta hasta causar un infarto, un accidente cerebrovascular o una enfermedad renal. Las decisiones de tratamiento tradicionales se basan en mediciones de presión arterial ruidosas que fluctúan ampliamente, lo que dificulta evaluar la eficacia de los fármacos. Ahora, una herramienta en línea, pionera en su tipo, puede predecir cuánto pueden reducir la presión arterial diferentes medicamentos.
Investigadores del Instituto George para la Salud Global (Sídney, Australia) han desarrollado la Calculadora de Eficacia del Tratamiento de la Presión Arterial, una herramienta en línea creada a partir de casi 500 ensayos clínicos aleatorizados que involucraron a más de 100.000 personas. La calculadora supera el desafío de elegir entre decenas de fármacos y dosis, mostrando los efectos promedio del tratamiento observados en cientos de ensayos. Además, clasifica las terapias en baja, moderada y alta intensidad, de forma similar a las estrategias utilizadas en el manejo del colesterol.
La herramienta se basa en una revisión sistemática y un metaanálisis publicados en The Lancet. Un solo fármaco antihipertensivo suele reducir la presión sistólica apenas entre 8 y 9 mmHg, mientras que la mayoría de los pacientes necesita reducciones de 15 a 30 mmHg. Al agrupar la evidencia, la calculadora permite a los médicos ajustar el tratamiento al grado de reducción necesario, evitando retrasos causados por ajustes graduales de la terapia y reduciendo el riesgo de interpretaciones erróneas debido a lecturas variables de la presión arterial.
El enfoque cuestiona el método convencional de “empezar con dosis bajas, avanzar lentamente, medir y evaluar”, que corre el riesgo de inercia terapéutica y sobrecarga a los pacientes con visitas repetidas. En cambio, los médicos pueden establecer reducciones como objetivo desde el principio y prescribir combinaciones óptimas de forma más temprana. El siguiente paso es un ensayo clínico en el que los pacientes serán tratados utilizando la guía de la calculadora. Incluso mejoras modestas en el control global de la hipertensión podrían salvar millones de vidas, lo que pone de relieve su potencial impacto en la salud pública.
“Usar la calculadora desafía el enfoque tradicional de tratamiento de 'empezar con dosis bajas, avanzar lentamente, medir y evaluar', que conlleva una alta probabilidad de verse engañado por las lecturas de presión arterial, caer en la inercia terapéutica o imponer una carga excesiva a los pacientes”, afirmó Anthony Rodgers, profesor titular del Instituto George para la Salud Global. “Con este nuevo método, se especifica cuánto se necesita reducir la presión arterial, se elige un plan de tratamiento ideal para lograrlo en base a la evidencia y se inicia al paciente en ese plan, preferiblemente cuanto antes”.