Dispositivo no invasivo mide temperatura del cerebro humano

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 09 Jun 2011
La temperatura precisa del cerebro puede ser medida usando un dispositivo del tamaño de una ficha de póker que se coloca sobre la cabeza de un paciente.

El hallazgo de que un cerebro afectado puede ser significativamente más caliente que el cuerpo es crítico para las terapias de enfriamiento con el fin de reducir el daño cerebral en todos, desde las víctimas ancianas de ataques cardiacos, hasta los recién nacidos hipóxicos.

Un equipo liderado por el Dr. Bass, un neonatólogo en el Hospital Pediátrico de las Hijas del Rey (CHKD; Norfolk, VA, EUA) y profesor de pediatría, en el socio académico del hospital, la Escuela Médica de Virginia Oriental, adaptaron un instrumento que calcula las temperaturas detectando emisiones de microondas producidas por el tejido humano.

Las microondas pasan sin problemas a través del cráneo; a medida que la temperatura del tejido aumenta, las emisiones se vuelven más intensas. Los ingenieros calibraron el dispositivo para medir la temperatura del tejido cerebral, localizado 1,5 cm por debajo del cráneo.

En un ensayo, cuyos resultados fueron presentados en el congreso anual, realizado el 1 de mayo de 2011, de las Sociedades Académicas Pediátricas, en Denver (CO, EUA), el dispositivo fue colocado en las cabezas de bebés que recibían terapia de enfriamiento en el CHKD. Las lecturas de la temperatura cerebral se correlacionaban con las temperaturas rectales y esofágicas.

El daño hipóxico cerebral en los bebés ocurre, con más frecuencia, en los nacimientos a término, cuando el niño sufre por la pérdida de oxígeno inmediatamente antes o durante el parto. Gracias a un capricho del cerebro, el niño puede ser resucitado pero las células cerebrales siguen muriendo durante varios días, produciendo daños cerebrales o muerte.

Con base en las observaciones de que los niños rescatados de lagos congelados después de períodos extensos de tiempo sufrieron poco o ningún daño cerebral, se desarrolló la terapia de enfriamiento. Implica enfriar el cuerpo del bebé a 33,33°C por 72 horas después del daño cerebral.

Un ensayo clínico que ensayó la terapia mostró que enfriar al niño detiene o reduce la progresión de la muerte de las células cerebrales, reduciendo drásticamente el daño cerebral y la muerte. Los resultados fueron tan positivos que la terapia es ahora estándar en las unidades de cuidado intensivo neo-natales de todo el mundo.

La terapia de enfriamiento se usa ahora en otros pacientes también, incluyendo víctimas de ataque cardiaco cuyos cerebros han sufrido falta de oxígeno. Sin embargo, puesto que el éxito de la terapia depende de la temperatura cerebral las lecturas precisas de la temperatura cerebral son de especial importancia.

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Children's Hospital of The King's Daughters



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