El dolor generalizado duplica el riesgo de muerte por cáncer

En un estudio realizado por investigadores de la Unidad de Epidemiología de Enfermedades Crónicas de la Universidad de Manchester (RU), se encontró que los pacientes con dolor generalizado y regional tenían mayores probabilidades de morir de cáncer. El Estudio fue publicado en el British Medical Journal (2001,323:662-664).

El equipo de investigación siguió las tasas y causas de muerte entre 6,569 adultos hasta los 80 años de edad, por ocho años. Se les preguntó si, y donde, habían sentido dolor corporal en el mes precedente, si fumaban, y cuales eran sus niveles de estrés psicológico. Un poco menos del 50% reportó dolor en un área de su cuerpo, y un poco más del 33% no reportó ningún tipo de dolor. Un 15% adicional en el cual se incluyeron más mujeres y ancianos que en los otros grupos se quejó de dolor por todo el cuerpo. Durante los ocho años del estudio, murieron 654 personas. La enfermedad cardíaca fue responsable del 25% de las muertes, seguidas por cáncer, la cual mató a casi el 30%. La mayoría de las otras muertes se atribuyeron a enfermedades respiratorias.

Las personas con dolor generalizado y regional no solo tenían tasas de mortalidad más altas, sino que tenían más posibilidades de morir de cáncer. Aquellos que sufrían de dolor regional tenían significativamente más posibilidades de morir de cáncer, mientras que aquellos con dolor generalizado tenían el doble de posibilidades de hacerlo. El riesgo se mantenía inclusive teniendo en cuenta el diagnóstico de cáncer al momento de la encuesta y otros factores influyentes, como la edad, el sexo y el hábito de fumar. El número de muertes por accidentes, suicidios o violentas era pequeño (2%), pero las personas con dolor generalizado tenían cinco veces la probabilidad de morir de esa forma que las personas sin dolor.

Los autores sugieren que los mismos factores que aumentan la percepción del dolor pueden estar involucrados en un riesgo aumentado de cáncer, o que el dolor generalizado puede acortar la sobrevida en las personas que desarrollan la enfermedad.




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British Medical Journal