Cirugía laparoscópica mejora los resultados en recién nacidos con enfermedad hepática grave
Actualizado el 27 Dec 2025
La atresia biliar es una enfermedad hepática poco frecuente pero potencialmente mortal en recién nacidos que bloquea el flujo de bilis y provoca daño hepático progresivo si no se trata de forma temprana. La cirugía suele realizarse durante los primeros meses de vida, pero los resultados a largo plazo varían, y muchos niños eventualmente requieren un trasplante de hígado. Además, la terapia con esteroides después de la cirugía se utiliza ampliamente, a pesar de la evidencia limitada sobre la dosis óptima. Ahora, un estudio a largo plazo muestra que un enfoque quirúrgico mínimamente invasivo mejora resultados clave de la recuperación, al tiempo que cuestiona el beneficio del tratamiento con esteroides a dosis altas.
En el estudio dirigido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Nagoya (Nagoya, Japón), en colaboración con socios clínicos, el equipo comparó la cirugía abierta tradicional con un abordaje laparoscópico para el tratamiento de la atresia biliar, una afección que afecta a aproximadamente 1 de cada 15.000 recién nacidos y es la principal causa de trasplante hepático pediátrico. La cirugía abierta implica una gran incisión abdominal para acceder directamente al hígado, mientras que la cirugía laparoscópica utiliza varias incisiones pequeñas y un sistema guiado por cámara. Ambas técnicas buscan crear una nueva vía para el drenaje biliar cuando los conductos biliares están obstruidos o ausentes, pero el método laparoscópico está diseñado para reducir el daño tisular y el trauma quirúrgico.
Los investigadores analizaron los resultados de 356 niños que se sometieron a cirugía alrededor de los dos meses de edad y fueron seguidos durante un promedio de 13 años. El análisis mostró que la cirugía laparoscópica redujo la pérdida de sangre en un 68 % en comparación con la cirugía abierta. Además, la ictericia desapareció en el 81 % de los niños tratados con cirugía laparoscópica, frente al 64 % de aquellos que se sometieron a procedimientos abiertos. Los hallazgos, publicados en Hepatobiliary Surgery and Nutrition, proporcionan la comparación a largo plazo más completa hasta la fecha de abordajes quirúrgicos para la atresia biliar.
El estudio también examinó el impacto de la terapia con esteroides posquirúrgicos, comúnmente utilizada para reducir la inflamación y promover el flujo biliar. Los niños que no lograron eliminar la ictericia a menudo recibieron dosis crecientes de esteroides, pero aquellos tratados con más de 90 mg/kg tuvieron un 70 % más de probabilidades de requerir un trasplante de hígado. Estos resultados sugieren que dosis más altas de esteroides no necesariamente mejoran los resultados y podrían estar asociadas con un peor pronóstico a largo plazo.
Si bien la cirugía laparoscópica requirió aproximadamente una hora adicional de tiempo operatorio, las estancias hospitalarias y la supervivencia a largo plazo del hígado nativo fueron similares entre ambos métodos quirúrgicos. Los investigadores concluyen que la cirugía mínimamente invasiva ofrece claros beneficios sin comprometer el éxito a largo plazo, y que las futuras estrategias de atención deberían reevaluar los protocolos de dosificación de esteroides.
Enlaces relacionados:
Universidad de Nagoya