Nuevos hallazgos podrían reducir a la mitad el número de procedimientos con stent
Actualizado el 15 Dec 2025
Cuando una arteria coronaria se obstruye gravemente durante un infarto, su apertura inmediata es esencial para prevenir daños irreversibles. Sin embargo, muchos pacientes también presentan otras arterias estrechadas que se detectan durante el procedimiento de urgencia, lo que plantea la cuestión de si es necesario colocarse stents inmediato. Un gran ensayo clínico aleatorizado ha demostrado ahora que tratar estas arterias adicionales de forma diferida es igual de seguro y reduce a la mitad el número de procedimientos.
En el ensayo clínico dirigido por el Centro Médico Universitario Radboud (Nijmegen, Países Bajos) y realizado en 41 hospitales, los investigadores compararon la implantación inmediata y diferida de stents en 1.146 pacientes que habían sufrido un infarto agudo de miocardio causado por una arteria completamente obstruida. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a tratar todos los estrechamientos durante la intervención de urgencia o a regresar para una colocación adicional de stents en un plazo de seis semanas.
El seguimiento a tres años no mostró diferencias entre los grupos en cuanto a mortalidad, infartos recurrentes ni hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca. El equipo también descubrió que, cuando los pacientes regresaron posteriormente, solo la mitad de los estrechamientos inicialmente sospechados requirió tratamiento una vez que el flujo sanguíneo global se evaluó mediante resonancia magnética, lo que redujo de forma sustancial la colocación innecesaria de stents.
Los investigadores señalan que, aunque muchos pacientes prefieren resolver todos los problemas en una sola intervención, las presiones clínicas reales hacen que esto no siempre sea posible. Los resultados, publicados en The New England Journal of Medicine, confirman que suspender el tratamiento tras la intervención vital es seguro y no perjudica los resultados a largo plazo. Las resonancias magnéticas realizadas en las semanas posteriores a la recuperación pueden aclarar aún más si la colocación adicional de stents es realmente necesaria.
Estos resultados podrían impulsar un cambio en las directrices actuales, que aún recomiendan tratar todas las arterias estrechas durante la fase aguda. La nueva evidencia no muestra ningún beneficio a largo plazo con el enfoque inmediato y destaca la importancia de una evaluación más precisa tras la recuperación. Al reducir la colocación innecesaria de stents, los cardiólogos pueden mejorar la comodidad del paciente y optimizar la atención.
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Radboud UMC