Importante estudio analiza las endoscopias que no logran detectar el cáncer de esófago
Actualizado el 10 Nov 2025
El esófago de Barrett, la única afección precancerosa conocida del adenocarcinoma esofágico, se desarrolla cuando el reflujo ácido crónico daña la mucosa esofágica. Las endoscopias se utilizan habitualmente para controlar a estos pacientes y detectar lesiones precancerosas o cancerosas. Sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que incluso este procedimiento de referencia puede, en ocasiones, pasar por alto la enfermedad en su fase inicial.
El estudio, realizado en el Centro Oncológico de la Universidad de Colorado (Aurora, CO, EUA), descubrió que casi uno de cada cuatro cánceres de esófago puede pasar desapercibido durante una endoscopia inicial. Los hallazgos, aceptados para su publicación en Clinical Gastroenterology and Hepatology, subrayan la urgente necesidad de mejorar los estándares de detección y los indicadores de calidad de las exploraciones endoscópicas.
El estudio analizó datos de 15.178 personas con diagnóstico reciente de esófago de Barrett entre 2006 y 2020 en Finlandia y Suecia. Los investigadores hallaron que el 22 % de los cánceres fueron clasificados como cánceres esofágicos posteriores a la endoscopia (CEPE), diagnosticados entre 30 días y un año después de una endoscopia negativa. Un 18 % adicional se detectó dentro de los 30 días posteriores al examen inicial, y el 60 % apareció más de un año después. Los hospitales con mayores tasas de detección inicial presentaron significativamente menos cánceres pasados por alto, lo que indica que la variabilidad en la calidad del examen desempeña un papel importante en la precisión diagnóstica.
Los investigadores también identificaron varias razones por las que algunos cánceres no se detectaron, entre ellas la falta de cumplimiento constante del protocolo de biopsias de Seattle, un tiempo de inspección insuficiente del segmento de Barrett y la dificultad para reconocer lesiones sutiles o planas. Señalan además que los cánceres de progresión rápida pueden seguir sin detectarse, incluso en exámenes de alta calidad.
El estudio propone establecer puntos de referencia de calidad para la endoscopia superior, similares a la tasa de detección de adenomas utilizada en la colonoscopia, con el fin de medir la eficacia con la que los médicos detectan cambios esofágicos tempranos. Los investigadores destacan que las exploraciones de alta calidad implican el uso de técnicas de imagen avanzadas, protocolos de biopsia estructurados y un tiempo de examen suficiente para cada caso.
“Nuestros hallazgos resaltan la importancia de un examen endoscópico de alta calidad para los pacientes cuando se les diagnostica esófago de Barrett, lo que incluye utilizar el mejor endoscopio disponible, dedicar el tiempo adecuado a inspeccionar el segmento de Barrett y garantizar que tomemos muestras utilizando un protocolo de biopsia estructurado”, dijo Sachin Wani, MD, miembro del Centro Oncológico de la Universidad de Colorado y autor principal de la investigación.
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Centro Oncológico de la Universidad de Colorado