Asistente robótico realiza inyecciones de ultra precisión con tiempos de preparación rápidos

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 05 Nov 2025

La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo, afectando a casi 200 millones de personas, cifra que se prevé que aumente a 280 millones para 2040. El tratamiento actual consiste en que los médicos inyecten medicamentos en el lateral del ojo para prevenir la pérdida de visión, un procedimiento que requiere una precisión extrema y un tiempo de preparación considerable. Para agilizar este proceso, los investigadores han desarrollado un asistente robótico capaz de prepararse para la cirugía en menos de cinco minutos, administrando inyecciones en la retina con una precisión micrométrica.

El nuevo sistema, creado por investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (Múnich, Alemania), representa un importante avance en la cirugía ocular robótica. A diferencia de los robots quirúrgicos tradicionales, que requieren una configuración prolongada, esta plataforma móvil localiza de forma autónoma el ojo y el iris del paciente mediante sensores y redes neuronales entrenadas, posicionándose con precisión en cuestión de minutos.


Imagen: el robot administra las inyecciones con una precisión de 15 micrómetros (Foto cortesía de TUM)

La plataforma robótica opera con tres niveles de precisión: movimiento a nivel centimétrico hacia la mesa de operaciones, posicionamiento milimétrico de los instrumentos y precisión micrométrica durante la cirugía. El manipulador del robot, desarrollado en colaboración con un socio fabricante japonés, es capaz de insertar una jeringa en la retina con una precisión de 15 micrómetros, aproximadamente una décima parte del grosor de un cabello humano. Esto permite administrar con precisión la medicación para bloquear los factores de crecimiento responsables de la pérdida de visión asociada a la DMAE.

Uno de los mayores desafíos en la cirugía de retina es compensar los movimientos oculares involuntarios, incluso bajo anestesia. Para abordar este problema, el equipo de la TUM incorporó un sistema de tomografía de coherencia óptica (OCT) que captura imágenes de la retina de forma continua, lo que permite el seguimiento del movimiento en tiempo real. En pruebas de laboratorio con ojos artificiales que simulaban movimientos sinusoidales, el robot siguió con éxito estos movimientos durante un minuto completo, manteniendo una desviación de tan solo 25 micrómetros, muy por debajo del rango aceptable para la administración segura de fármacos.

La precisión y el control que ofrece el robot podrían reducir significativamente complicaciones como la inflamación, que a veces se producen durante las inyecciones manuales. Aunque la tecnología ha demostrado un rendimiento notable en entornos controlados, se están llevando a cabo pruebas adicionales. La próxima fase incluirá ensayos en ojos de cerdo, cuya anatomía se asemeja mucho a la humana, seguidos de experimentos en animales vivos a comienzos de 2026. Se prevé que los ensayos clínicos en humanos comiencen unos años después, lo que supondrá un paso importante hacia la integración de la precisión robótica en la atención oftalmológica rutinaria.

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Universidad Técnica de Múnich


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