Procedimiento quirúrgico novedoso trata la obstrucción canalicular

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 27 Oct 2021
Un nuevo procedimiento quirúrgico supera las desventajas de los métodos convencionales para tratar la epífora resultante de la obstrucción intratable de los conductos lagrimales.

El nuevo procedimiento, desarrollado en la Universidad de Toho (Tokio, Japón), se llama conjuntivoductivo-dacriocistorrinostomía y fue diseñado para tratar los ojos llorosos (epífora), que afecta la calidad de vida de quienes la padecen. Realizado bajo anestesia general, el procedimiento incluye la exposición y elevación de todo el conducto lagrimal y del saco lagrimal. A continuación, se corta el conducto lagrimal en el extremo distal y se hace una incisión en la conjuntiva en el canto medial. El extremo cortado del conducto lagrimal se retira de la incisión conjuntival y se sutura para formar un nuevo punto lagrimal.

Imagen: Un procedimiento quirúrgico nuevo trata la obstrucción canalicular (Fotografía cortesía de Munetaka Ushio/Universidad de Toho)

Posteriormente, se abre la pared medial del saco lagrimal, lo que hace que el conducto lagrimal anterior y el saco lagrimal se conviertan en el nuevo conducto lagrimal, permitiendo que los fluidos lagrimales fluyan a través del conducto recién creado. El nuevo procedimiento se puede utilizar para agrandar el canalículo siempre que se considere el uso de un tubo de Jones, un tubo de vidrio semipermanente que conecta la cavidad nasal y el canto médico o una cirugía externa. Ambas opciones dejan una cicatriz de aproximadamente dos cm en el costado de la nariz. El estudio fue publicado el 1 de octubre de 2021 en la revista The Laryngoscope.

“El procedimiento recientemente desarrollado, ‘conjuntivoductivo-dacriocistorrinostomía’ para la obstrucción canalicular intratable no deja cicatrices faciales ni coloca materias extrañas en el cuerpo. Creemos que este procedimiento puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes con epífora”, concluyeron el autor principal, Munetaka Ushio, MD, PhD, y colegas de los departamentos de oftalmología y otorrinolaringología.

En condiciones normales, las lágrimas de los ojos se drenan hacia el saco lagrimal a través de los puntos superior e inferior, que se encuentran en el canto medial. Las lágrimas drenan a través de los canalículos superior e inferior hasta el saco lagrimal y el conducto nasolagrimal, y finalmente hacia la nariz. Cuando los canalículos superiores e inferiores están obstruidos, las lágrimas no pueden drenar hacia la nariz, produciendo una epífora.

Enlace relacionado:
Universidad de Toho


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