Inyecciones de esteroides pueden dañar las articulaciones de la cadera y la rodilla

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 30 Oct 2019
Un estudio nuevo sugiere que las inyecciones intraarticulares de corticosteroides (IACS) podrían conducir a una destrucción articular acelerada y precipitar la necesidad de reemplazos totales de cadera y rodilla.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (BUSM; MA, EUA), el Instituto Nacional de Deportes de Francia (INSEP; París, Francia) y la Universidad Friedrich-Alexander Erlangen-Nürnberg (FAU; Alemania), llevaron a cabo una revisión de la literatura existente para describir los eventos adversos articulares observados después de la administración de inyecciones de IACS para tratar el dolor de la osteoartritis (OA), y también para proporcionar una perspectiva sobre cómo esto puede afectar la práctica clínica.

Imagen: Pérdida progresiva de cartílago acetabular y femoral y cambios quísticos subcondrales después de la IACS (Fotografía cortesía de Ali Guermazi Radiology).

Los investigadores identificaron cuatro resultados adversos principales: progresión acelerada de la osteoartritis con pérdida del espacio articular, complicaciones de osteonecrosis, fracturas por insuficiencia subcondral (fracturas por estrés debajo del cartílago) y destrucción rápida de las articulaciones, incluida la pérdida ósea. Por lo tanto, recomiendan un escrutinio cuidadoso de los pacientes con OA leve o nula en radiografías que son remitidos para IACS, especialmente cuando el dolor reportado es desproporcionado con los hallazgos de imágenes, y que los pacientes deben ser informados de las posibles consecuencias de una inyección de corticosteroides antes de recibirla. El estudio fue publicado el 15 de octubre de 2019 en la revista Radiology.

“La inyección intraarticular de esteroides en las articulaciones es un tratamiento muy común para el dolor relacionado con la osteoartritis, pero la posible agravación de afecciones preexistentes o los efectos secundarios reales en un subconjunto de pacientes deben ser explorados con más profundidad para comprender mejor los riesgos asociados”, dijo el autor principal, el Profesor Ali Guermazi, MD, PhD, de BUMC. “Les hemos estado diciendo a los pacientes que incluso si estas inyecciones no alivian su dolor, no los lastimarán. Pero ahora sospechamos que este no es necesariamente el caso”.

La OA es un grupo de anomalías mecánicas que implican la degradación de las articulaciones, incluidos el cartílago articular y el hueso subcondral. Los síntomas pueden incluir dolor en las articulaciones, sensibilidad, rigidez, bloqueo y, a veces, un derrame. Una variedad de causas (déficits hereditarios, de desarrollo, metabólicos y mecánicos) pueden iniciar procesos que conducen a la pérdida de cartílago. Como resultado de la disminución del movimiento secundario al dolor, los músculos regionales se pueden atrofiar y los ligamentos se pueden volver más laxos. La artrosis de rodilla afecta a alrededor de 250 millones de personas en todo el mundo (3,6% de la población).

Enlace relacionado:
Facultad de Medicina de la Universidad de Boston
Instituto Nacional de Deportes de Francia
Universidad Friedrich-Alexander Erlangen-Nürnberg


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