Técnica de ultrasonido focalizado trata con éxito el cáncer cerebral pediátrico
Actualizado el 24 Dec 2025
El tratamiento del cáncer cerebral en niños sigue siendo uno de los mayores desafíos de la medicina, en gran medida porque la mayoría de los fármacos de quimioterapia no pueden alcanzar los tumores ubicados en las capas más profundas del cerebro. Un obstáculo clave es la barrera hematoencefálica, un escudo protector que bloquea las toxinas, pero también impide que los fármacos antineoplásicos vitales penetren en el tejido cerebral. Como resultado, las tasas de supervivencia de los cánceres cerebrales pediátricos agresivos, como el glioma difuso de la línea media, se han mantenido prácticamente sin cambios durante décadas. Ahora, un nuevo estudio clínico demuestra que un enfoque no invasivo basado en ultrasonido puede abrir esta barrera de forma segura en niños, permitiendo que la quimioterapia llegue a los tumores cerebrales.
En el estudio, investigadores de la Universidad de Columbia (Nueva York, EUA) evaluaron el ultrasonido focalizado, una técnica que utiliza ondas sonoras dirigidas para aflojar temporalmente la barrera hematoencefálica, en pacientes pediátricos con cáncer cerebral. A diferencia de los métodos convencionales que requieren procedimientos guiados por resonancia magnética, los ingenieros de Columbia desarrollaron un sistema que administra el ultrasonido focalizado fuera del escáner. Las imágenes por resonancia magnética se obtienen previamente para la planificación, mientras que el tratamiento con ultrasonido se realiza en un entorno más cómodo y adaptado a los niños, con la presencia de los familiares.
El ultrasonido focalizado funciona activando diminutas burbujas de gas recubiertas de lípidos que circulan por el torrente sanguíneo. Al exponerse a las ondas sonoras, estas burbujas se expanden y contraen, abriendo suavemente vías microscópicas en la barrera hematoencefálica para que los fármacos puedan atravesarla. Tras el tratamiento, la barrera vuelve a sellarse, recuperando su función protectora. En este estudio, el ultrasonido focalizado se combinó con quimioterapia para mejorar la administración de fármacos directamente a tumores situados en lo profundo del tronco encefálico, áreas que de otro modo resultan casi imposibles de tratar de forma eficaz.
La técnica se probó en tres niños con glioma difuso de línea media, un cáncer cerebral pediátrico poco común y universalmente mortal. En los tres pacientes, el ultrasonido focalizado logró abrir la barrera hematoencefálica, lo que permitió que la quimioterapia llegara al tumor. Se observó cierta mejoría en la movilidad, lo que demuestra los efectos biológicos y clínicos del tratamiento. Aunque los tres niños fallecieron posteriormente a causa de la enfermedad o de complicaciones relacionadas con la COVID-19, el estudio demostró que el procedimiento era seguro y viable en pacientes pediátricos, lo que marca un primer paso crucial hacia un uso clínico más amplio.
Al confirmar la seguridad en niños, los hallazgos, publicados en Science Translational Medicine, abren la puerta a futuros ensayos que podrían aplicar el ultrasonido focalizado en etapas más tempranas de la enfermedad y con una dosificación optimizada del fármaco. Los investigadores ya han iniciado un ensayo clínico de seguimiento que combina ultrasonido focalizado con etopósido, un fármaco de quimioterapia aprobado por la FDA con actividad conocida contra las células del cáncer cerebral. De forma más amplia, este enfoque podría transformar el tratamiento de los cánceres cerebrales al permitir que fármacos oncológicos existentes lleguen a tumores que antes eran inaccesibles, lo que podría mejorar la supervivencia en enfermedades en las que el progreso ha estado estancado durante mucho tiempo.
“Ahora que hemos establecido la seguridad y viabilidad del ultrasonido focalizado en niños, hemos abierto la puerta a más ensayos para probar la técnica en una etapa más temprana de la enfermedad y con dosis sistémicas más bajas, pero más altas en el cerebro”, afirmó el Dr. Stergios Zacharoulis, líder del estudio. “Esperamos que esta tecnología mejore la supervivencia de los niños con cáncer cerebral”.
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Universidad de Columbia