Material autocurativo similar a la piel con aplicaciones en monitoreo de salud, cirugía e implantes

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 29 Jun 2025

Los dispositivos electrónicos existentes que incorporan propiedades como la autorreparación, la flexibilidad y la capacidad de respuesta a menudo tienen dificultades para combinar todas estas características en un sistema único, escalable y unificado. Ahora, los científicos han logrado un gran avance al crear un nuevo tipo de material electrónico que imita fielmente el comportamiento de la piel humana. Este avance podría resultar valioso en la robótica blanda, las tecnologías médicas y la atención médica, abriendo la puerta a dispositivos que pueden repararse a sí mismos de la misma manera que la piel se regenera naturalmente.

El material flexible, resistente y autorreparador desarrollado por investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU, Kongens Lyngby, Dinamarca) aborda las limitaciones de los materiales electrónicos actuales, que suelen ser rígidos, frágiles e incapaces de autorrepararse. Los investigadores adoptaron un enfoque novedoso al combinar grafeno (un material bidimensional de carbono conocido por su extraordinaria resistencia y excelente conductividad eléctrica) con PEDOT:PSS, un polímero transparente y conductor que se utiliza a menudo en electrónica flexible y electrodos de células solares.


Imagen: conceptos y propiedades de los materiales (foto cortesía de Daniel Müller/DTU)

La fusión de estos materiales transforma lo que normalmente sería una sustancia blanda y gelatinosa en un material electrónico robusto, elástico y autorreparador. Una de las características más destacadas de esta innovación es su capacidad de autorreparación. Cuando se daña, puede repararse a sí mismo en tan solo unos segundos, similar al proceso de curación natural de la piel humana.

Además, el material presenta una gran elasticidad, capaz de estirarse hasta seis veces su tamaño original y luego volver a su forma inicial. Esto lo hace especialmente adecuado para su uso en tecnología portátil y robótica blanda, donde los materiales deben soportar la flexión y el movimiento sin perder rendimiento. El material también puede regular la temperatura y detectar diversos estímulos ambientales, como la presión, la temperatura y los niveles de pH. Estas capacidades lo hacen ideal para dispositivos de monitorización de la salud que necesitan rastrear los signos vitales y adaptarse a los cambios corporales.

Según los investigadores, los dispositivos electrónicos creados con este material podrían ser flexibles y adaptables, diseñados para responder a su entorno y recuperarse del daño físico de forma similar a los organismos vivos. Gracias a su capacidad combinada de autorreparación, gestión del calor y monitorización de las funciones vitales, el material tiene potencial para su uso en una amplia gama de dispositivos. El equipo de investigación continúa explorando formas de escalar su producción con el objetivo de hacer posible su uso en el mundo real en un futuro cercano.

“Nuestro material inspirado en la piel es multifuncional, dotado de las propiedades táctiles deseadas y diseñado específicamente para el uso de dispositivos electrónicos”, afirmó Alireza Dolatshahi-Pirouz, profesor asociado de DTU Health Tech y autor principal del artículo de investigación publicado en Advanced Science . “Esto podría abrir las puertas a tecnologías más avanzadas y versátiles que podrían integrarse mejor con el cuerpo humano y su entorno”.

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