Nuevo método para etiquetar células T en inmunoterapia hará que los tratamientos sean más seguros

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 18 Jun 2025

Cuando los tratamientos convencionales, como los utilizados contra el cáncer, no ofrecen resultados satisfactorios, las terapias celulares personalizadas se convierten en una alternativa cada vez más prometedora. Un ejemplo destacado es la terapia con células CAR-T, en la que se extraen células inmunitarias del propio paciente y se modifican genéticamente en el laboratorio para que expresen un receptor específico que reconoce marcadores presentes en las células cancerosas. Una vez reintroducidas en el organismo, estas células modificadas se multiplican y desencadenan un ataque inmunológico contra el tumor.

Para los médicos, comprender con precisión cómo actúan estas células modificadas en el organismo sería de gran utilidad: ¿Alcanzan el objetivo previsto? ¿Se replican adecuadamente? ¿Podrían comportarse de forma errática y, en el peor de los casos, dañar el tejido sano? Actualmente, no existen métodos clínicamente aplicables para responder a estas preguntas clave. Un nuevo enfoque de seguimiento podría proporcionar una comprensión más profunda del comportamiento de estas células terapéuticas y mejorar la seguridad de futuros tratamientos.


Imagen: el nuevo método permite visualizar las células CAR T que atacan el tejido tumoral en el cuerpo mediante imágenes PET (foto cortesía de Volker Morath/TUM)

Investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (TUM, Múnich, Alemania) han presentado una posible solución que consiste en incorporar un receptor sintético adicional a las células inmunitarias genéticamente modificadas. Estas células pueden ser rastreadas mediante imágenes por tomografía por emisión de positrones (PET), en combinación con un agente de contraste radiactivo especialmente formulado y no tóxico. Al administrar este agente de contraste, conocido como radioligando, se une exclusivamente a las células modificadas y a sus descendientes, lo que permite su visualización dentro del organismo.

El método aprovecha proteínas especialmente diseñadas con capacidades de unión precisas, conocidas como anticalinas, que se han estado desarrollando en la TUM desde la década de 1990. Este trabajo condujo a la creación de una anticalina capaz de unirse al ligando DTPA, la cual ahora ha sido adaptada para su uso como receptor de superficie en células. Basándose en esta tecnología, el equipo desarrolló un gen artificial que induce a las células a expresar el receptor de anticalina “DTPA-R” en su superficie, y probó esta estrategia en células CAR-T.

En experimentos con modelos murinos, el equipo demostró con éxito que las células alteradas migraban al tejido enfermo y se multiplicaban allí. Según se informa en la revista Nature Biomedical Engineering, también se observó que el radioligando se eliminaba rápidamente a través de los riñones, se unía exclusivamente a las células que portaban el receptor artificial y no interfería con otras funciones biológicas.

Además, la investigación reveló que este método de rastreo podría utilizarse para observar terapias génicas en las que se emplean virus para modificar el material genético de las células. Si bien es prometedora, la tecnología aún se encuentra en una etapa temprana de desarrollo. Antes de que pueda comenzar su uso clínico en humanos, es esencial realizar más evaluaciones de seguridad y eficacia mediante ensayos clínicos. Actualmente se están realizando esfuerzos para llevar este método a ensayos clínicos y aplicaciones comerciales.

“Desde hace varios años, está claro que nuevas aplicaciones médicas como las inmunoterapias y las terapias génicas tienen un enorme potencial”, afirmó el profesor de la TUM Wolfgang Weber, quien dirigió el estudio. “Creemos que hemos creado una herramienta valiosa que puede hacer que estas terapias sean más seguras al proporcionar una mejor comprensión de lo que sucede dentro del organismo”.

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