Dispositivo portátil impreso en 3D y sin adhesivos transformará el control de la salud

Las tecnologías portátiles están transformando la atención médica, pero los monitores personales tradicionales basados en adhesivos han mostrado limitaciones en su efectividad debido a restricciones de diseño. Los dispositivos de salud portátiles convencionales dependen de sensores que se adhieren directamente a la piel; sin embargo, la piel se renueva constantemente. Este desprendimiento natural de la piel debilita los adhesivos y obstruye los sensores, lo que obliga a reemplazar los dispositivos cada pocos días. Como resultado, la capacidad para recopilar datos fiables durante períodos prolongados se ve limitada. Ahora, un nuevo estudio publicado en Nature Communications presenta un dispositivo portátil novedoso, sin adhesivos y fabricado mediante impresión 3D, que ofrece una solución más duradera para monitorear de forma continua el estado fisiológico del usuario.

Desarrollado por investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Arizona (Tucson, Arizona, EUA), el dispositivo mide el vapor de agua y los gases emitidos por la piel, proporcionando datos en tiempo real sobre la hidratación, los cambios metabólicos y los niveles de estrés del usuario. Diseñado para llevarse en el antebrazo, este dispositivo, impreso en 3D y con forma de brazalete, permite un uso continuo. Sus sensores miden continuamente las emisiones de gases de la piel, comparándolas con la concentración normal de gases en el aire. A diferencia de los dispositivos portátiles tradicionales basados en adhesivos, que solo capturan datos de manera intermitente, este dispositivo ofrece retroalimentación continua y en tiempo real, la cual puede ser monitoreada mediante un teléfono inteligente o una computadora a través de una conexión Bluetooth segura.

Con este dispositivo, los atletas pueden monitorizar sus niveles de hidratación y esfuerzo durante sus sesiones de entrenamiento. También puede utilizarse para vigilar condiciones de salud mental y enfermedades crónicas, lo que contribuiría a su prevención y tratamiento. Además, el monitoreo de marcadores fisiológicos relacionados con el estrés en los gases emitidos por la piel podría ayudar a identificar signos tempranos de desequilibrios metabólicos. En el futuro, el equipo de investigación planea ampliar la gama de biomarcadores detectados e integrar análisis de datos sofisticados para proporcionar información de salud más personalizada durante períodos más largos.

"Esto abre un campo completamente nuevo de biomarcadores", afirmó Philipp Gutruf, profesor asociado de ingeniería biomédica y miembro del Instituto BIO5 de la Universidad de Alberta, coautor del estudio. "Por ejemplo, se pueden capturar las señales metabólicas del ejercicio o el estrés sin interrumpir la rutina habitual del sujeto. Anteriormente, este tipo de mediciones requería una sala completa de equipos".