Alergia a la penicilina aumenta riesgo de infección en sitio quirúrgico

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 31 Oct 2017
Investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH, Boston, EUA), la Facultad de Medicina de Harvard (HMS; Boston, MA, EUA) y otras instituciones, realizaron un estudio retrospectivo de cohortes que incluyó 8,385 pacientes a quienes les practicaron artroplastias de cadera, artroplastias de rodilla, histerectomía, cirugía de colon y cirugía de derivación de arteria coronaria (CABG, por sus siglas en inglés) entre 2010 y 2014, para comparar la susceptibilidad a las SSI, con y sin alergia a la penicilina. El resultado primario fue la aparición de una SSI, con un resultado secundario la necesidad de usar antibióticos perioperatorios.
 
De los pacientes del estudio, el 11% reportó una alergia a la penicilina y el 2.7% sufrió una SSI; el análisis reveló que los pacientes que informaron una alergia a la penicilina presentaron un aumento de las probabilidades de SSI del 51%. Los pacientes que informaron alergia a la penicilina recibieron menos cefazolina y más clindamicina, vancomicina y gentamicina en comparación con aquellos sin una alergia a la penicilina. Según los investigadores, el mayor riesgo de SSI estuvo totalmente mediado por la recepción de un antibiótico perioperatorio alternativo por parte de los pacientes, y prácticamente a todos ellos les pudieron practicar con seguridad las pruebas estándar para las alergias a la penicilina. El estudio se presentó en la reunión anual IDWeek, realizada durante octubre de 2017 en San Diego (California, EUA).
 
“Esperamos que nuestros hallazgos generen una reconsideración del lenguaje sobre las pruebas de alergia a la penicilina en las directrices nacionales”, concluyó la autora principal, Erica Shenoy, MD, de HMS. "Mientras tanto, recomendaría que cualquier paciente con antecedentes de alergia a la penicilina o a las cefalosporinas con una cirugía programada pregunte a su médico si existe la posibilidad de requerir un antibiótico y, de ser así, debatir por adelantado que le hagan una evaluación de alergia para aumentar sus posibilidades de recibir el antibiótico más efectivo”.
 
La penicilina, descubierta en 1928 por el científico escocés Alexander Fleming, es un antibiótico β-lactámico eficaz contra muchas infecciones bacterianas causadas por estafilococos y estreptococos. Los efectos secundarios de la penicilina, como náuseas y vómitos, diarrea leve o dolor de cabeza ocurren comúnmente mientras se toma el medicamento, pero no necesariamente anuncian una reacción alérgica. Confundir los efectos secundarios con la reacción alérgica llevan a reportes incorrectos por los pacientes de alergias a la penicilina, aproximadamente el 90% de las veces.
 

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