Mala calidad del sueño aumenta la agresión del cáncer
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 12 Mar 2014
El sueño fragmentado acelera el crecimiento y la progresión tumoral a través del reclutamiento de macrófagos asociados a los tumores (TAM), según un nuevo estudio.Actualizado el 12 Mar 2014
Investigadores de la Universidad de Chicago (IL, EUA) y la Universidad de Louisville (KY, EUA) fragmentaron el sueño de los ratones despertándolos cada dos minutos durante el sueño por un período de una semana, para posteriormente, inyectarles células cancerosas. Todos los ratones desarrollaron tumores en los doce días después de la inyección y sus tumores fueron medidos después de cuatro semanas. Los resultados mostraron que hubo un aumento en el tamaño del tumor, el peso, y la invasividad en los ratones con sueño fragmentado, en comparación con los animales de control.
Además, los ratones con falta de sueño tenían recuentos mayores de TAM, las células inmunes que responden de manera diferente al cáncer en función de las señales químicas que reciben. Mientras que las M1 TAM promueven una respuesta inmune y eliminan las células tumorales, las M2 TAM suprimen una respuesta inmune y favorecen el crecimiento del tumor. El sueño fragmentado indujo un cambio en la polaridad de las TAM para que hubiera una expresión mayor de M2 que de M1 en los tumores, lo que parece estar desencadenado por tres moléculas clave: la señalización aguas arriba por el receptor 4, tipo Toll (TLR4), y las señales río abajo por los canales MYD88 y TRIF.
Para examinar el impacto de las tres vías de señalización, los investigadores inyectaron las células tumorales en una serie de ratones que no eran capaces de producir una de estas tres proteínas y los sometió a un sueño fragmentado. El crecimiento del tumor se redujo ligeramente en ratones que carecían de MYD88 o TRIF, pero en los ratones que carecían de TLR4, el crecimiento del tumor no fue mayor que en los ratones con el sueño no perturbado, lo que indica que TLR4 es un importante contribuyente al crecimiento del tumor en el sueño fragmentado. El estudio fue publicado en línea el 21 de enero de 2014, en la revista Cancer Research.
“Cuando las células tumorales fueron implantadas en el músculo del muslo, lo que debería ayudar a contener el crecimiento, los tumores fueron mucho más agresivos e invadieron los tejidos circundantes en los ratones con alteraciones del sueño”, dijo el autor principal, David Gozal, MD, director de pediatría en el Hospital Infantil Comer de la Universidad de California. “En esta situación, los tumores generalmente están recubiertos por una cápsula de tejido circundante, como una cicatriz. Forman pequeñas esferas, con una buena demarcación entre el tejido canceroso y el normal. Pero en los ratones con sueño fragmentado, los tumores fueron mucho más invasivos, lograron atravesar la cápsula, entraron en el músculo, hasta el hueso”.
Enlaces relacionados:
University of Chicago
University of Louisville