Dieta bajas e carbohidratos no daña función renal

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 10 Jul 2012
Las dietas, bajas en carbohidratos y altas en proteínas, no causan efectos dañinos notorios a la función renal de los pacientes o en su equilibrio de líquidos y electrolitos, según un nuevo estudio.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana (Indianápolis, EUA) compararon los efectos de una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas en 307 individuos obesos sin enfermedad renal entre los años 2003 y 2007. Los pacientes fueron asignados al azar a una dieta baja en carbohidratos, rica en proteínas, o una baja en grasa para perder peso, durante 24 meses. Los principales resultados incluyeron los índices de filtración renal (TFG) (incluyendo la creatinina sérica, la cistatina C, la depuración de creatinina), el volumen de orina de 24 horas, la albúmina, la excreción de calcio, y solutos en suero a los 3, 12 y 24 meses.

Los resultados mostraron, que en comparación con la dieta baja en grasas, la dieta baja en carbohidratos y de alto consumo de proteínas se asoció con reducciones pequeñas en la creatinina sérica y cistatina C a los 3 meses, y los aumentos relativos en la depuración de la creatinina a los 3 y 12 meses; de urea en suero a las tres 12 y 24 meses, y de volumen urinario de 24 horas, a los 12 y 24 meses. La excreción urinaria de calcio aumentó a los 3 y 12 meses, sin cambios en la densidad ósea o las presentaciones clínicas de nuevos cálculos renales. El estudio fue publicado antes de impresión, el 31 de mayo de 2012, en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology (CJASN).

“En las personas obesas sanas, una dieta baja en carbohidratos y rica en proteínas para bajar de peso, de más de dos años, no se asoció con efectos considerablemente nocivos para la tasa de filtración glomerular, la albuminuria, o el equilibrio de líquidos y electrolitos en comparación con una dieta baja en grasas”, concluyeron el autor principal, Allon Friedman, MD, y colegas. “Estos resultados son relevantes para los millones de adultos obesos sanos que consumen una dieta como una estrategia de pérdida de peso”.

Las dietas bajas en carbohidratos y ricas en proteínas, como la dieta de Atkins, Poder de Proteínas, la Zona, y otras, eliminan, o al menos restringen severamente los carbohidratos refinados, como el pan blanco, el arroz blanco, la pasta blanca, la mayoría de galletas, tónico, dulces, mermeladas y jaleas, todas las cuales dan una sacudida de azúcar. Al reducir estos tipos de carbohidratos, se pueden controlar mejor el azúcar en la sangre y los niveles de insulina. Las preocupaciones por las dietas bajas en carbohidratos/altas en proteínas, es que son ricas en proteínas (aumentando la probabilidad de estrés renal, sobre todo para aquellos propensos a problemas renales); muy bajas en carbohidratos (que causan mal aliento y cetosis), altas en grasas saturadas (aumento del colesterol y el riesgo de enfermedad coronaria), y que contienen menos proteínas vegetales, fibra y fruta fresca (que conduce a estreñimiento y disminución en la prevención del cáncer).

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Indiana University School of Medicine



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