Nueva cánula integra suministro de anestesia local
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 17 May 2012
Un nuevo dispositivo alivia el dolor de la inserción de cánulas intravenosas inyectando automáticamente una cantidad pequeña de anestesia local antes de la aguja más grande que sigue.Actualizado el 17 May 2012
El dispositivo es esencialmente dos inyecciones en una, la primera es virtualmente sin dolor, gracias a una pequeña aguja, que administra alrededor de 0,2 mL de anestesia local. Después de que el anestésico local ha hecho efecto, la cánula con aguja se puede insertar sin dolor. Otra ventaja del dispositivo es que se elimina el riesgo de confusión o contaminación cuando se combinan múltiples pasos en uno solo, lo que limita los errores y, con suerte, las venas infiltradas. El dispositivo es una creación del diseñador industrial consultor, Oliver Blackwell (Dulverton, Reino Unido), quien desarrolló el dispositivo con la ayuda de dos médicos de familia y un ex presidente del Colegio Real de Anestesiólogos del Reino Unido.
Imagen: La cánula de inserción intravenosa Blackwell (Fotografía cortesía de Oliver Blackwell).
“Sabíamos que los médicos no les gustaría un instrumento que fuese muy diferente a los que usan ahora, por lo tanto, lo hemos mantenido similar a una cánula de uso diario. Pero, por el momento, si desean utilizar anestesia local tienen que utilizar dos agujas, encontrar las llaves e ir a la armario de las medicinas por separado, y todo requiere tiempo y esfuerzo”, dijo Blackwell. “Nuestro diseño reduce ese proceso, asegurando la comodidad del paciente, lo que significa que tienen menos dolor y el médico no queda tratando con un paciente traumatizado. También elimina el riesgo de confusión o contaminación, porque el personal del hospital sólo usa una aguja en lugar de dos”.
“A nadie le gustan las inyecciones, pero en mi línea de trabajo siempre se termina con una aguja en alguna parte”, añadió Alan McGlennan, MD, principal anestesiólogo obstétrico del Royal Free Hospital (Londres, Reino Unido), explicando que los niños de edades comprendidas entre tres y 12 años son particularmente propensos a la fobia a las agujas. “Mucho es más percepción que realidad. Para muchas personas es psicológico”.
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Oliver Blackwell
Royal Free Hospital