El grupo sanguíneo se asocia al riesgo de apoplejía
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 20 Dec 2011
Un nuevo estudio revela que el tipo de sangre, y en particular el grupo sanguíneo ABO, se relaciona con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.Actualizado el 20 Dec 2011
Los investigadores de la Facultad de Salud Pública de Harvard (HSPH, Boston, MA, EUA) analizaron datos del Estudio de Salud de las Enfermeras de EUA (NHS), que incluyó a 61.973 mujeres, y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (HPFS), que incluyó a 27.808 hombres, dos cohortes longitudinales prospectivas, con 26 y 20 años de seguimiento, respectivamente.
Las características basales fueron similares en cada cohorte, con una edad promedio de 46 años, para las mujeres y 53 para los hombres, y el promedio de índice de masa corporal (IMC) de 24 kg/m2 y 25 kg/m2 para las mujeres y hombres, respectivamente. En el grupo NHS, hubo un total de 1.995 participantes que desarrollaron apoplejía, mientras que en el grupo de HPFS, 906 participantes desarrollaron un accidente cerebrovascular.
Se auto-reportó la información sobre el grupo sanguíneo ABO, y se ajustaron por edad, tabaquismo, IMC, consumo de alcohol, actividad física, uso de aspirina, origen étnico, antecedentes familiares de enfermedad cardiaca coronaria (ECC), una historia de hipertensión, colesterol alto, y diabetes tipo 2, el estado menopáusico y el uso de hormonas posmenopáusicas. Al menos, el 93% de los participantes en cada grupo sanguíneo (O, A, B, AB) eran de raza blanca. En ambas cohortes, el número de participantes fue mayor en O, seguido por A, B, y AB, que es coherente con la población en general.
Los resultados mostraron que tanto hombres como mujeres en el grupo sanguíneo AB estaban significativamente muy asociados con un incremento del 26% en el riesgo de accidente cerebrovascular en desarrollo, en comparación con las personas con sangre tipo O. Las mujeres con tipo B tenían un 15% más de riesgo de accidente cerebrovascular, pero ese riesgo no apareció en el grupo masculino. El estudio estuvo limitado por la población, en su mayoría, blancos y fue suficiente para detectar las asociaciones con los subtipos de apoplejía (como hemorrágica). El estudio fue presentado en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón (AHA) 2011, realizadas en noviembre de 2011 en Orlando (FL, EUA).
“El mayor riesgo para las mujeres podría deberse a la muestra de mayor tamaño en comparación con los hombres, o al azar”, dijo el autor principal y presentador del estudio Qi Lu, MD, PhD. “La disminución del riesgo en los hombres fue también sorprendente, ya que, en otros estudios, los hombres con sangre tipo B se asocian con un aumento de la enfermedad coronaria e infarto de miocardio”.
La contribución relativa de los efectos fundadores y la selección natural a la distribución observada de los grupos sanguíneos humanos se ha debatido puesto que las frecuencias de los grupos sanguíneos diferían entre las poblaciones, hace casi un siglo. Con el posterior descubrimiento de la complejidad de los grupos sanguíneos Rh, y el hallazgo de muchos de nuevos sistemas independientes de grupos sanguíneo, el ejemplo más sobresaliente de la asociación entre los grupos sanguíneos y una enfermedad, es la enfermedad hemolítica del recién nacido. Otros ejemplos son el cáncer de estómago, que es más común en las personas del grupo A que en los de los grupos O y B, la úlcera duodenal, por el contrario, es más común en no secretores de sustancias ABH, que en los secretores.
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Harvard School of Public Health