Estudio sobre vitaminas crea confusión en consumidores

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 06 Dec 2011
Los estudios de vitaminas, en los titulares durante las últimas semanas, han creado confusión entre los consumidores.

Una muestra de los estudios de suplementos, publicados recientemente, incluyen algunos que apoyan el uso de suplementos, por ejemplo, la deficiencia de vitamina B12 desempeña un papel en la demencia y otros trastornos neurológicos y los suplementos pueden evitar que suceda. Otras vitaminas son tratamientos establecidos para una variedad de enfermedades: desde la vitamina C, en el escorbuto, a la B12 en la anemia perniciosa, y la vitamina D ayuda a combatir la tuberculosis. Otros estudios, por el contrario, han encontrado que la vitamina E aumenta el riesgo de cáncer de próstata, y que el calcio no mejora los resultados para la madre o el bebé. Un estudio en particular registró un aumento del riesgo de muerte en las mujeres posmenopáusicas que tomaban complejos multivitamínicos, incluyendo la vitamina B6, el ácido fólico, el hierro, el magnesio, el zinc y el cobre.

Del mismo modo, la vitamina C también, al parecer, carece de beneficios en la prevención de los resfriados o el cáncer; las vitaminas del complejo B no reducen el riesgo de enfermedad del corazón o tienen beneficios clínicos cardiovasculares, los antioxidantes carotenoides como el beta-caroteno no tienen ningún uso en el tratamiento de las enfermedades de los ojos o del corazón, y el licopeno no tiene ningún beneficio en el cáncer de próstata. Tal vez como resultado de esta confusión, una encuesta reciente realizada por la página web, MedPage encontró que el 70% de los médicos dijo que aún apoya una evaluación anual de niveles de vitaminas específicas para el tratamiento de las deficiencias. Si los pacientes atienden sus consejos, es otra cuestión, como la investigación reciente mostró que el 50% de los estadounidenses dicen tomar multivitaminas o algún otro un suplementos alimenticio, un aumento del 25% con respecto a hace una década.

“En todo caso, las multivitaminas no se recomendaban con base en pruebas sólidas”, escribió David Katz, MD, del centro de investigación de prevención, de la Universidad de Yale (Nueva Haven, CT, EUA), al comentar la encuesta MedPage. “Lo que había era una idea que se trataba de una póliza de seguro. Muchas personas no comen de la manera que deberían, por lo que no están recibiendo las dosis óptimas de nutrientes de los alimentos. En cambio, podemos confiar en una pastilla que debe hacerle un bien, y ciertamente no puede hacerle daño. Ese es el pensamiento”.

“Los pacientes deben dejar de tratar de buscar salud en una píldora”, añadió Lee Green, MD, de la Universidad de Michigan (Ann Arbor, EUA), en otro comentario. “La salud no se encuentra en las pastillas. Se encuentra en la buena comida y el ejercicio regular. Hay algo en nuestra psique que nos hace querer creer en magia, y este deseo de creer se ha centrado en las vitaminas”.

La pregunta sigue siendo por qué estas vitaminas no funcionan como se esperaba. La última teoría es que los aislados de vitaminas no funcionan tan bien por sí solos, ya que puede ser necesaria una mezcla de antioxidantes y fitoquímicos, que se encuentran en el contexto de un alimento completo, con el fin de ofrecer cualquier beneficio potencial.

Enlaces relacionados:

Medpage

Yale University


University of Michigan




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