Uniformes podrían ser fuente de infecciones nosocomiales
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 24 Oct 2011
Un nuevo estudio ha encontrado que más del 60% de las batas médicas y uniformes de las enfermeras tenían contaminación bacteriana, incluyendo el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).Actualizado el 24 Oct 2011
Investigadores en el Centro Médico Shaare Zedek (Jerusalén, Israel) examinaron la incidencia de bacterias potencialmente patógenas presentes en los uniformes usados por el personal hospitalario y la carga bacteriana de estos microorganismos, obteniendo cultivos de los uniformes de enfermeras y médicos. Se obtuvieron un total de 238 muestras de 135 personas incluyendo 75 enfermeras (55%) y 60 médicos (45%): Se tomaron muestras de los uniformes usados en los pabellones, del abdomen medio y la manga, y para las vestimentas de manga corta, de los bolsillos laterales. Los vestidos quirúrgicos fueron solamente analizados en el sitio abdominal puesto que carecen de mangas y bolsillos. El muestreo se realizó en 26 batas blancas, 77 uniformes de dos piezas y 32 vestidos de cirugía. Además se tomaron como controles cuatro uniformes, sin usar, que salieron directamente de la lavandería.
Los investigadores encontraron que se aislaron bacterias potencialmente patógenas de al menos un sitio de los uniformes de los 85 participantes (63%) y de 119 muestras (50%). Las bacterias patógenas incluyeron S. aureus, Enterobacter, Pseudomonas y Acinetobacter spp. Los investigadores entonces buscaron, especialmente, especies resistentes a los antibióticos como SARM, Enterococos resistentes a la vancomicina, Enterobacterias productoras de beta-lactamasas, de amplio espectro, Acinetobacter resistente al meropenem y Pseudomonas resistente a la gentamicina, ciprofloxacina y ceftazidime. En total, el 14% de las muestras de los uniformes de las enfermeras y un 6% de las muestras de los uniformes de los médicos albergaban bacterias resistentes a antibióticos.
Casi el 60% de los participantes dijeron que sus ropas estaban frescas del día, mientras que el 18% admitió que no se había cambiado en cuatro o más días. Sólo las batas blancas de los médicos estaban en esta última categoría, ya que los vestidos de cirugía y los uniformes de las enfermeras se deben cambiar a diario. Casi una cuarta parte de los participantes calificaron su ropa como sucia; sin embargo, esta higiene aparentemente mala no se tradujo en una mayor carga de patógenos. El número de cultivos que contienen bacterias causantes de enfermedades no parecen variar sustancialmente con la auto-calificación de limpieza, el tipo de ropa o la frecuencia reportada de los cambios. El estudio fue publicado en la edición de septiembre 2011, de la revista American Journal of Infection Control.
“Se desconoce la frecuencia de transmisión de bacterias de la ropa de los trabajadores de salud a los pacientes. Sin embargo, creemos que estos datos son suficientes para formular recomendaciones con respecto a ... los uniformes de los trabajadores”, concluyeron la autora principal, Yonit Wiener-Bueno, MD, y colegas. “El uso de batas de manga corta, o incluso que los médicos descarten sus batas blancas, podría reducir aún más la transmisión de patógenos, por la ropa”.
Los investigadores también pidieron cambiar los uniformes a diario, un lavado adecuado, delantales de plástico para las situaciones en que los trabajadores pueden estar en contacto con fluidos corporales y una higiene estricta de las manos.
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Shaare Zedek Medical Center