La obesidad complica diagnóstico correcto del asma
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 03 Oct 2011
Un nuevo estudio declara que más de la tercera parte de los pacientes asmáticos obesos no tenían evidencia de respuesta bronquial exagerada, sugiriendo un mal diagnóstico frecuente para la falta de respiración.Actualizado el 03 Oct 2011
Los investigadores del Hospital Condesa de Chester (Coch, Reino Unido) y la Universidad de Liverpool (Reino Unido) realizaron un estudio observacional de 91 pacientes obesos con asma diagnosticada por un médico para examinar las asociaciones entre la obesidad, la salud relacionada con la calidad de vida, y el diagnóstico de asma. Todos los participantes tenían un índice de masa corporal (IMC) mayor de 30, no fumaban, y estaban tomando medicación para el asma. Los participantes completaron cuestionarios genéricos sobre las vías respiratorias, y la calidad de vida relacionada con la obesidad. También se sometieron a pruebas de atopia, provocación con metacolina para la híper-reactividad bronquial, y evaluación de la inflamación de las vías aéreas, reflejada por la fracción de óxido nítrico exhalado (FeNO).
Los resultados no mostraron correlaciones consistentes entre el FeNO y los cuestionarios, y el IMC se correlacionó negativamente con los diversos ámbitos de los cuestionarios. Las medidas de la función pulmonar no tenían ninguna asociación significativa con la salud relacionada con la calidad de vida. Una comparación de pacientes con, y sin, hiperreactividad bronquial mostraron que los pacientes hipersensibles eran más jóvenes, tenían valores más bajos en las medidas de la función pulmonar y valores más altos de FeNO, tenían más probabilidades de ser atópicos, y eran más propensos a ser ex-fumadores. El estudio fue publicado en la edición de agosto 2011 de la revista “Chest”.
“Dado que la calidad de vida relacionada con la salud y el control del asma están relacionados, es fácil ver cómo los trastornos de salud derivados de la obesidad se pueden atribuir al asma, lo que aumenta la probabilidad de un diagnóstico erróneo”, dijo el autor Stephen Scott, MD, del departamento de medicina respiratoria en COCH. “La variable que se correlaciona más con el grado de deterioro de la salud fue el IMC, y no otros marcadores tradicionales de gravedad del asma o de inflamación de las vías aéreas”.
La prevalencia de diagnóstico médico de asma sigue aumentando, en parte, debido a la asociación entre la obesidad y el asma. Los pacientes obesos suelen presentar síntomas tipo asma, derivados de los efectos del aumento del IMC sobre los volúmenes pulmonares, el aumento del esfuerzo para respirar y el aumento de la liberación de adipoquinas. La disnea es un hallazgo común en el asma y la obesidad, creando un potencial adicional para un diagnóstico equivocado.
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Countess of Chester Hospital
Liverpool University