Posible solución al problema de la obesidad

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 28 Feb 2011
Los resultados de un gran estudio sugieren que una dieta alta en proteínas y baja en calorías de almidones refinados, ayuda a perder peso y a mantenerlo.

Investigadores en la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y otras instituciones de Europa publicaron los resultados del estudio Diógenes, que comparó las recomendaciones dietéticas oficiales con una dieta basada en el último conocimiento sobre la importancia de las proteínas y carbohidratos para la regulación del apetito. Participaron un total de 772 familias europeas, compuestas por 938 adultos con sobrepeso o con un índice promedio de masa corporal (IMC) de 34 kg/m2 y 827 niños, quienes fueron colocados inicialmente en una dieta de 800 kcal-por-día, durante ocho semanas antes de iniciar la dieta actual. Durante todo el proyecto, las familias recibieron la guía experta de los nutricionistas y debían suministrar muestras de sangre y orina.

Un total de 773 participantes adultos completaron la fase inicial de pérdida de peso y fueron asignados aleatoriamente a una de cinco tipos de dietas bajas en grasa, diferentes, para analizar cuál era la más efectiva para prevenir la ganancia nuevamente de peso; 548 participantes completaron el plan de dieta de seis meses (71%). Los cinco tipos de dieta incluyeron una dieta baja en proteínas (13% de energía consumida) con un índice glicémico (IG) alto; una dieta baja en proteínas y baja en IG (25% de energía consumida), dieta baja en IG y una proteína alta en proteínas, alta en IG. Un grupo control siguió las recomendaciones dietéticas corrientes sin instrucciones especiales con respecto a los niveles de IG.

Un análisis de los participantes que completaron el estudio mostró que solo la dieta baja en proteínas, alta en IG, estaba asociada con un aumento de peso subsiguiente, significativo. En un análisis de intención-a-tratar, el aumento de peso fue 0,93 kg menos en el grupo asignado a las dietas altas en proteínas, con respecto a aquellos asignados a las dietas bajas en proteínas, y 0,95 kg menos en los grupos asignados a las dietas bajas en IG. El grupo no difería significativamente con respecto a los eventos adversos relacionados con las dietas. El estudio fue publicado en la edición de 25 de noviembre de 2010 de la revista New England Journal of Medicine (NEJM).

"Un aumento modesto en el contenido de proteínas y una reducción modesta en el índice glicémico produjo una mejora en la terminación del estudio y el mantenimiento de la pérdida de peso”, concluyeron los autores principales, Thomas Meinert Larsen, PhD, y Arne Astrup,, de la facultad de ciencias biológicas en la Universidad de Copenhague.

Los investigadores sugieren que si se quiere perder peso, se debe mantener una dieta con un contenido mayor de proteínas, con mayor cantidad de carne magra, productos lácteos bajos en grasa y granos, y menos calorías provenientes de almidones finamente refinados, como el pan blanco, o el arroz blanco. Con esta dieta, se puede comer hasta estar lleno, sin contar calorías y sin ganar peso.

Enlace relacionado:
University of Copenhagen



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