Eventos adversos son raros después de ATC cardiaco negativo

Los eventos cardiacos adversos son raros un año después de que los pacientes son admitidos a la sala de urgencias con dolor torácico de riesgo bajo a moderado y son dados de alta debido a un angiograma de tomografía computarizada cardiaca (ATC), negativo, de acuerdo con una investigación nueva.

La ATC cardiaca es una modalidad de imaginología cardiaca no invasiva que determina si los depósitos de grasa o los depósitos de calcio se han acumulado en las arterias coronarias que proveen de sangre al musculo cardiaco. La salida temprana de los pacientes con dolor torácico de riesgo bajo a moderado después de la prueba inicial negativa y una exploración ATC cardiaca sin enfermedad arterial coronaria significativa (CAD) puede ahorrar considerables costos y tiempo en el departamento de urgencias, y puede ayudar a aliviar la congestión del departamento de urgencias. Con la conciencia creciente de los ahorros de costo y tiempo, la práctica del departamento de urgencias está gradualmente llevando al uso de la ATC cardiaca temprana en algunos centros.

El estudio, realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington (Seattle, WA, EUA), incluyó a 70 pacientes con resultados de ATC que fueron entrevistados en detalle a los 3, 6, y 12 meses sobre la intervención de eventos cardiacos, pruebas diagnósticas y terapia.

"Ningún paciente reportó signos, síntomas, hallazgos, o diagnósticos posteriores sugestivos de un evento cardiaco adverso, ni hubo ninguna sugerencia en la historia clínica electrónica”, dijo William P. Shuman, M.D., autor principal del estudio. "Para que la salida temprana basada, en parte, en la ATC negativa resulte ser clínicamente eficaz, debe ser una práctica segura con pocos eventos adversos cardiacos posteriores. Nuestro estudio muestra que para los pacientes con dolor torácico de riesgo bajo a moderado evaluados en el departamento de urgencias, los eventos adversos cardiacos pueden ser raros durante el año siguiente a un examen ATC cardiaca negativo”, concluyó.

Este estudio aparece en la edición de Octubre de 2010 de la revista American Journal of Roentgenology.

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University of Washington School of Medicine