Nuevas guías para determinar muerte cerebral

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 19 Aug 2010
La Academia Americana de Neurología (AAN; Saint Paul, MN, EUA) ha emitido guías actualizadas para determinar la muerte cerebral en adultos, por primera vez en 15 años, suministrando instrucciones paso a paso, para guiar la toma de decisiones clínicas.

Investigadores de la Clínica Mayo (Rochester, MN, EUA), la Universidad de Kansas (Kansas City, EUA), y el Hospital General de Massachusetts (MGH; Boston, EUA) hicieron una revisión sistemática en la literatura para encontrar una actualización para la guía de muerte cerebral de la ANN de 1995. Los investigadores incluyeron una revisión de los estudios en Medline y Embase entre Enero 1996 hasta Mayo 2009, que estaban limitados a adultos. El objetivo del estudio era responder las siguientes preguntas: ¿Existen pacientes que cumplen con los criterios clínicos de muerte cerebral que recuperan la función neurológica? ¿Cuál es un período de observación adecuado para garantizar que la terminación de todas las funciones neurológicas es permanente? ¿Existen movimientos motores complejos que sugieren falsamente que permanece función cerebral, observados algunas veces en la muerte cerebral? ¿Cuál es la seguridad comparativa de las técnicas para determinar apnea? ¿Existen nuevas pruebas adicionales que identifican adecuadamente a los pacientes con muerte cerebral?

Los investigadores informaron que los nuevos datos han confirmado la eficacia de las recomendaciones anteriores, y no encontraron ninguna prueba de la recuperación de la función neurológica después de un diagnóstico de muerte cerebral, utilizando los criterios establecidos en el parámetro de 1995. Los autores también descubrieron que en los adultos, los movimientos motores complejos, espontáneos y la activación falsa positiva del ventilador, pueden ocurrir en pacientes con muerte cerebral; en consecuencia, no hay pruebas suficientes para determinar el período de observación mínimamente aceptable para asegurar que las funciones neurológicas se han detenido irreversiblemente.

Además, la difusión de oxigenación apneica para determinar la apnea es segura, pero no hay pruebas suficientes para determinar la seguridad comparativa de las técnicas utilizadas para la prueba de apnea. Además, los investigadores reportaron que no hay pruebas suficientes para determinar si nuevas pruebas complementarias confirmarán con exactitud el cese de la función de todo el cerebro. Una aclaración importante en las nuevas guías, sin embargo, es que no se requiere más de un examen global para determinar la muerte cerebral. Las nuevas guías se publicaron en la edición de 8 de junio 2010, de la revista Neurology.

"El diagnóstico de muerte cerebral se puede hacer sólo después de una evaluación clínica completa y, a menudo, involucra a más de 25 evaluaciones independientes”, dijo el autor principal Eelco Wijdicks, MD, de la Clínica Mayo. "Creo que algunas personas se sentirán decepcionados de que no hemos sido capaces de ser más definitivos, pero esto será muy variable de paciente a paciente, y no hay una regla general”.

"Para un correcto diagnóstico de muerte cerebral, es esencial que los médicos se adhieran a un marco uniforme”, agregó el coautor del estudio, Gary Gronseth, MD, de la Universidad de Kansas. "Queríamos ofrecer herramientas útiles para ayudar a los médicos, pero hay varios factores que todavía se deben basar en el juicio clínico”.

La muerte cerebral es un indicador legal de muerte que se refiere al fin irreversible de toda actividad cerebral por la necrosis total de las neuronas cerebrales debido a la pérdida del flujo sanguíneo y la oxigenación. La muerte del tallo cerebral es considerada como el punto significativo, cuando el cerebro ya no es capaz de sostener el resto de los sistemas del cuerpo sin el apoyo vital avanzado. El concepto de muerte cerebral surgió en la década de 1960, a medida que la capacidad de resucitar a los individuos y mantener mecánicamente el corazón y los pulmones funcionando se ha difundido.

Enlaces relacionados:

American Academy of Neurology
Mayo Clinic
University of Kansas
Massachusetts General Hospital




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