Prueba de ondas cerebrales detecta deterioro de la memoria años antes del diagnóstico de Alzheimer

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 27 Sep 2025

La enfermedad de Alzheimer se desarrolla de forma silenciosa durante años antes de que aparezcan los síntomas, lo que dificulta enormemente su detección temprana. Las herramientas de diagnóstico convencionales suelen pasar por alto la primera década o más de cambios cerebrales, retrasando las oportunidades de tratamiento y limitando el acceso de los pacientes al apoyo. Con la llegada de nuevas terapias cuya eficacia es mayor en etapas tempranas, identificar el deterioro de la memoria cuanto antes es más crítico que nunca. Ahora, una sencilla prueba de ondas cerebrales puede detectar signos de deterioro de la memoria años antes de un diagnóstico clínico.

Investigadores de la Universidad de Bath (Bath, Reino Unido), en colaboración con la Universidad de Bristol (Bristol, Reino Unido), han desarrollado un sistema no invasivo llamado Fastball EEG, que mide la actividad eléctrica cerebral mientras los participantes observan pasivamente secuencias de imágenes. A diferencia de las pruebas de memoria tradicionales, no requiere instrucciones ni memorización, lo que la hace más objetiva y accesible. De manera importante, el equipo demostró que la prueba puede administrarse en los hogares de las personas, abriendo la posibilidad de un cribado generalizado con tecnología asequible.


Imagen: Dr. George Stothart con el sistema EEG Fastball (foto cortesía de la Universidad de Bath)

El ensayo incluyó a pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL), una afección que a menudo progresa a Alzheimer. Mediante una grabación de tres minutos, el sistema detectó de forma fiable la reducción de las respuestas de memoria e identificó a aquellos con mayor riesgo de demencia. Los hallazgos, publicados en la revista Brain Communications, demostraron que este método puede revelar cambios cerebrales tempranos que pasan desapercibidos con los enfoques tradicionales.

Los investigadores han destacado que la herramienta no solo funciona de manera eficaz en entornos controlados de laboratorio, sino que también ofrece resultados confiables en entornos reales en el hogar. Al aplicarse fuera de las instalaciones clínicas, la prueba demostró su potencial para ser utilizada en la práctica general, en clínicas de memoria o incluso en la monitorización rutinaria en el hogar. Esto posiciona a la tecnología como una opción escalable para un diagnóstico más temprano y preciso del Alzheimer.

De cara al futuro, este enfoque podría ofrecer a los médicos una forma accesible de rastrear el deterioro de la memoria y mejorar los resultados de los pacientes al permitir decisiones de tratamiento más tempranas. También tiene el potencial de ampliar la cobertura de detección, especialmente en regiones donde el acceso clínico es limitado. El equipo de investigación busca perfeccionar el sistema y ampliar su uso para ayudar a cerrar la brecha diagnóstica que deja a muchos pacientes con Alzheimer sin atención oportuna.

“Con las herramientas diagnósticas actuales estamos perdiendo los primeros 10 a 20 años del Alzheimer. Fastball ofrece una forma de cambiar esto: detectar el deterioro de la memoria mucho antes y de forma más objetiva mediante una prueba rápida y pasiva”, dijo el Dr. George Stothart, autor principal del estudio. “Existe una necesidad urgente de herramientas precisas y prácticas para diagnosticar el Alzheimer a gran escala. Fastball es económico, portátil y funciona en situaciones reales”.

Enlaces relacionados:
Universidad de Bath
Universidad de Bristol


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