Marcador biológico neurológico identifica objetivamente la TEPT

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 21 Jul 2010
Interacciones neuronales específicas identificadas usando magnetoencefalografía (MEG) pueden servir como un neuromarcador funcional para el trastorno de estrés post-traumático (TEPT) según un estudio nuevo.

Investigadores en la Universidad de Minnesota (UMN; Rochester, EUA) y el Centro Médico de asuntos veteranos (VA) de Minneapolis (MN, EUA) realizaron una medición no invasiva de campos magnéticos en el cerebro (que evalúa las interacciones funcionales entre las poblaciones de neuronas), de interacciones neuronales sincrónicas en un grupo de 74 veteranos de los Estados Unidos. Los investigadores encontraron que la MEG podía diferenciar exitosamente entre los pacientes con TEPT de los pacientes control, con una exactitud de más del 90%, como lo determinan los análisis de validación cruzada externos, y los análisis de secuencias. Además, todos salvo uno, de los 18 pacientes que no estaban recibiendo medicaciones para sus enfermedades fueron clasificados correctamente. Los investigadores también pudieron juzgar la severidad del trauma, incluyendo que la MEG también podía ser usada para determinar que tanto habían sido impactados los pacientes por otras enfermedades cerebrales.

"Estos hallazgos documentan las diferencias robustas en la función cerebral entre los grupos TEPT y control, que se pueden usar para el diagnóstico diferencial, y cual posee el potencial para evaluar y monitorizar la progresión de la enfermedad y los efectos de la terapia”, concluyó el autor principal Apostolos Georgopoulos, M.D., Ph.D., y colegas en el Centro de Ciencias Cerebrales en la UMN.

La MEG es una técnica de imagenología usada para medir los campos magnéticos producidos por la actividad eléctrica en el cerebro, a través de dispositivos extremadamente sensibles como los dispositivos de interferencia cuántica súperconductores (SQUID). Normalmente, los dispositivos MEG tienen forma de casco y contienen hasta 300 sensores que registran las interacciones en el cerebro cada milisegundo, más rápido que los métodos actuales de evaluación como la resonancia magnética funcional, que requiere el registro por segundos. Con el fin de garantizar una señal detectable, se necesitan aproximadamente 50.000 neuronas activas.

Enlaces relacionados:
University of Minnesota
Minneapolis VA Medical Center



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