Sonda de imagenología para ayudar con el descubrimiento de drogas
Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 10 Nov 2006
Utilizando una versión refinada de tecnología de resonancia magnética nuclear (RMN), los investigadores están analizando material que es más pequeño que una pestaña de un insecto, descubriendo secretos ocultos en cantidades minúsculas de veneno tomado de insectos alargados llamados comúnmente bastones de dos rayas, que son relativamente inocuos, criaturas comunes que comen plantas en el este de los Estados Unidos. Actualizado el 10 Nov 2006
La técnica analítica, descrita en la edición del 15 de Septiembre de 2006 de la revista ACS Biología Química [Sociedad Americana de Química] por científicos en el Instituto del Cerebro McKnight de la Universidad de Florida (Gainesville, FL, EUA) y el Centro para el Centro de Entomología Médica, Agrícola, y Veterinaria en el Departamento de Agricultura Gainesville de los Estados Unidos, pudo ayudar en la investigación para sustancias naturales con el fin de hacer agentes terapéuticos. También muestra que los investigadores pueden obtener una cantidad grande de información de muestras muy minúsculas, que pueden ser útiles en los esfuerzos para entender la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades.
"Hay muchas moléculas potentes, útiles hechas por plantas y animales, pero debido a que usualmente son producidas en cantidades pequeñas se necesita una cantidad enorme de material para caracterizarlas”, dijo el Dr. Arthur Edison, un profesor asociado de bioquímica y biología molecular.
Investigadores de Resonancia Magnética Avanzada y Espectroscopía del Instituto de Cerebro McKnight equiparon un espectrómetro NMR con una sonda especial para estudiar el veneno, que el bastón rocía para defenderse de los predadores.
De manera similar a los equipos de resonancia magnética usados para evaluar a los pacientes en los hospitales, esta técnica analítica usa campos magnéticos mucho más fuertes para estudiar muestras más pequeñas, permitiéndoles a los científicos estudiar moléculas átomo por átomo. Sin embargo, lo que hizo que este método específico fuese único no era el poder del imán, que a 600 megahertz es típicamente estándar, sino la sensibilidad extrema de la sonda—la parte que está insertada en el imán para obtener información de las muestras.
La sonda es de solo aproximadamente 5 cm en diámetro, y el espacio para la muestra es de aproximadamente 1 mm de diámetro. Cuando se usa, la sonda es enfriada a menos de 400o Fahrenheit bajo cero para reducir las señales eléctricas que interferirían con el análisis. El área de muestra se mantiene caliente para proteger la muestra.
Los científicos descubrieron compuestos que no se sabía estaban presentes en esos insectos, así como diferencias químicas en las secreciones del mismo bastón en momentos diferentes. Notablemente, encontraron una concentración alta de glucosa, una fuente de energía celular vital.
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McKnight Brain Institute