Gel de fácil aplicación podría prevenir la formación de adherencias abdominales posquirúrgicas
Actualizado el 17 Mar 2025
Las adherencias quirúrgicas son una complicación frecuente y, en algunos casos, potencialmente mortal después de una cirugía abdominal abierta o laparoscópica. Estas adherencias se desarrollan en las semanas posteriores a la cirugía, durante el proceso de cicatrización del cuerpo. Entre el 50 % y el 90 % de las cirugías abdominales, según el tipo y la ubicación de la cirugía, resultan en adherencias. Se caracterizan por la formación de tejido cicatricial excesivo que provoca que los órganos y tejidos se adhieran entre sí o a la pared abdominal.
Si bien muchas adherencias son asintomáticas, entre el 5 % y el 20 % de los casos resultan en complicaciones graves, como dolor crónico, infertilidad y obstrucciones intestinales potencialmente mortales. A pesar de su prevalencia, no existe un método fiable para prevenir o tratar estas adherencias, y sus complicaciones asociadas cuestan miles de millones de dólares anuales en gastos sanitarios. Sin embargo, una nueva investigación ha demostrado que un gel que contiene una molécula inhibidora puede prevenir la formación de adherencias quirúrgicas en ratones y cerdos.
Investigadores de Stanford Medicine (Stanford, CA, EUA) llevan años estudiando los mecanismos que subyacen a la formación de cicatrices y adherencias. En 2020, identificaron la vía biológica responsable de la formación de adherencias tanto en ratones como en humanos, demostrando que inhibir la actividad de una proteína llamada c-Jun (producida por fibroblastos en respuesta a una lesión) podría reducir significativamente la formación de adherencias en ratones de laboratorio. El inhibidor proteico, conocido como T-5224, se identificó por su capacidad para regular la cicatrización y la inflamación excesivas. Ya ha sido probado en ensayos clínicos para la artritis reumatoide y en modelos animales de metástasis cancerosa e inflamación.
En su estudio más reciente, los investigadores se propusieron determinar si era posible administrar este inhibidor de molécula pequeña directamente en la cavidad abdominal durante varios días y si esto afectaría la formación de adherencias. Desarrollaron un biomaterial de hidrogel que se comporta como un líquido bajo presión (como al ser inyectado a través de una jeringa), pero se solidifica una vez que la presión se libera. Al impregnarse con T-5224, el gel libera la molécula gradualmente durante un período de 14 días.
Los investigadores probaron el gel impregnado con T-5224 en ratones y minicerditos, observando una reducción de casi el 300 % en la formación de adherencias en comparación con los animales de control que recibieron un lavado salino de la zona quirúrgica o fueron tratados con el gel sin T-5224. El gel se aplicó como aerosol o lavado dentro de la cavidad abdominal inmediatamente después de la cirugía. Durante las dos semanas siguientes, el gel liberó continuamente T-5224, lo que bloqueó la activación de los fibroblastos (las células responsables de la formación de adherencias) sin interferir con la cicatrización normal de la herida.
Los investigadores creen que este enfoque podría ofrecer un método simple y eficaz para prevenir o reducir la formación de adherencias abdominales posquirúrgicas en humanos, una condición que actualmente no tiene prevención ni tratamiento eficaz. Si tiene éxito, este método no solo podría ahorrar miles de millones de dólares en costos sanitarios cada año, sino también reducir la incidencia de dolor crónico, infertilidad y obstrucciones intestinales asociadas con adherencias graves. El éxito observado en animales grandes, como los cerdos, es un paso clave hacia los ensayos clínicos en humanos.
“"Las adherencias ocurren principalmente cuando se lesiona o se manipula el intestino durante la cirugía, ya sea abierta o laparoscópica”, Michael Longaker, MD, profesor de cirugía y uno de los autores principales del estudio, publicado en Science Translational Medicine . “Este gel reduce la probabilidad de adherencias sin comprometer la capacidad del animal para sanar después de la cirugía. Además, como cirujano, ya estoy acostumbrado a lavar la zona quirúrgica al final del procedimiento, por lo que sería fácil incorporarlo a nuestro flujo de trabajo habitual”.