Las imágenes intravasculares mejoran la seguridad en la implantación de stents

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 17 Apr 2025

Los pacientes diagnosticados con enfermedad coronaria arterial, causada por la acumulación de placa en las arterias, se someten con frecuencia a una intervención coronaria percutánea (ICP). Este procedimiento no quirúrgico consiste en la inserción de un catéter por parte de cardiólogos intervencionistas para colocar stents en las arterias coronarias obstruidas, restableciendo así el flujo sanguíneo. Aproximadamente un tercio de estos casos en Estados Unidos, lo que representa cientos de miles al año, involucran lesiones calcificadas de moderadas a graves, en las que se acumula calcio dentro de las arterias.

Alrededor del 10 % de estos casos se clasifican como graves, con arterias que prácticamente se convierten en hueso, lo que hace que el procedimiento de implantación de stents sea mucho más complejo y riesgoso. Típicamente, los cardiólogos intervencionistas utilizan la angiografía para guiar el catéter durante la ICP. Este método consiste en inyectar un tinte especial y usar rayos X para visualizar el flujo sanguíneo a través de las arterias del corazón, lo que permite identificar los bloqueos.


Imagen: las imágenes intravasculares pueden mejorar los resultados de los procedimientos complejos de colocación de stents en pacientes con enfermedad coronaria calcificada de alto riesgo (foto cortesía de Shutterstock)

Sin embargo, la angiografía presenta limitaciones inherentes, como su incapacidad para evaluar con precisión el tamaño real de las arterias y la composición de la placa, además de sus deficiencias para determinar si el stent está completamente expandido después de una ICP. También tiene dificultades para detectar otras complicaciones que podrían afectar la seguridad y eficacia del procedimiento. Estos desafíos se agravan al tratar arterias coronarias calcificadas.

Una nueva investigación demuestra que el uso de imágenes intravasculares (IVI) para guiar la implantación de stents durante procedimientos complejos de colocación de stents proporciona una solución más segura y eficaz para pacientes con enfermedad coronaria gravemente calcificada, en comparación con la angiografía tradicional. Estos hallazgos provienen del ensayo clínico más grande de su tipo, que comparó ambos métodos durante la ICP. El estudio ECLIPSE, financiado por Abbott Vascular, Inc. (Santa Clara, CA, EUA) y dirigido por Mount Sinai Health System (Nueva York, NY, EUA), analizó los resultados de la ICP en pacientes con lesiones severamente calcificadas, con la participación de 2.005 pacientes. El objetivo fue evaluar si la guía IVI podría mejorar las tasas de supervivencia libres de eventos cardíacos adversos en comparación con la angiografía.

Los pacientes con lesiones coronarias gravemente calcificadas fueron asignados aleatoriamente en 104 sitios en todo Estados Unidos. Un grupo de 1.246 pacientes, o el 62 %, se sometió a ICP guiada por tomografía de coherencia óptica (OCT) o ecografía intravascular (IVUS), mientras que 759 pacientes, o el 38 %, tuvieron ICP guiada por angiografía. El criterio principal de valoración fue la tasa de fracaso del vaso objetivo a un año, que incluyó muerte cardíaca, infarto de miocardio del vaso diana o revascularización del vaso diana impulsada por isquemia.

Los resultados mostraron que las tasas generales de fallo del vaso diana fueron un 26 % menores en los pacientes que recibieron guía mediante IVI en comparación con aquellos tratados con guía angiográfica. Además, se observó una reducción significativa de la mortalidad por cualquier causa, la trombosis del stent y la revascularización de las lesiones vasos objetivo en el grupo tratado con IVI frente al grupo guiado por angiografía.

También se realizó un análisis comparativo entre las dos modalidades de imagen utilizadas (IVUS y OCT) para determinar cuál era más eficaz. El análisis no ajustado indicó que los pacientes guiados por OCT tuvieron mejores resultados que aquellos guiados por IVUS; sin embargo, al ajustar por factores como la edad, la diabetes y el número y la gravedad de las lesiones, las diferencias no fueron estadísticamente significativas.

La OCT y la IVUS proporcionan imágenes detalladas de alta resolución de las arterias coronarias y las obstrucciones, ofreciendo una visión más precisa y específica que la angiografía coronaria tradicional. Estas técnicas de imagen también permiten una mejor evaluación de la idoneidad del stent implantado. Ambos métodos de imagen ayudan a medir con mayor precisión las dimensiones y la composición del vaso y la placa, así como a evaluar mejor la calidad de la implantación del stent. Los hallazgos del ensayo ECLIPSE, presentados en la Sesión Científica del Colegio Americano de Cardiología (ACC.25), podrían impulsar cambios significativos en las estrategias de tratamiento para pacientes de alto riesgo.


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