Endoprótesis para reparación aórtica proporciona excelentes resultados

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 08 Apr 2013
Un estudio reciente muestra que las endoprótesis aórtica en chimenea durante la reparación de los aneurismas endovasculares (REVA) ofrecen permeabilidad para la endoprótesis recubierta a largo plazo y de primera clase además de aneurismas estables.

Investigadores del Hospital St. Franziskus (Münster, Alemania), del Hospital Universitario de Zúrich (Suiza) y de otras instituciones realizaron un estudio para examinar datos del seguimiento radiológico a 124 pacientes de alto riesgo con patologías complejas pararrenales de la aorta tratadas con endoprótesis de chimenea y de periscopio durante la REVA, entre enero de 2008 y diciembre de 2011 en dos centros europeos. En total, 50 pacientes fueron tratados en uno de los hospitales y 74 en el otro; de estos, a 40 pacientes se les realizó un seguimiento con angiografía por tomografía computarizada (TC) a los 24 meses después de la operación.

Los resultados mostraron que el éxito técnico total fue del 100%, pues no se presentó ninguna muerte relacionada con el procedimiento, tres pacientes (2,4%) tuvieron una fuga interna perioperatoria de tipo Ia que persistió. En siete pacientes (5,6%) se detectó una fuga interna de tipo II. Durante los 2 años de seguimiento, se observó una importante reducción o la estabilización del diámetro del aneurisma en 36 (90%) de los casos. En general, la contracción media del saco del aneurisma fue de 12% y de 10% para cada uno de los centros, respectivamente. Las causas de la progresión del saco en cuatro (10%) de los pacientes fueron una fuga interna de tipo Ia, 2 casos de fuga interna de tipo II y tensión interna. El estudio fue publicado, en la edición de febrero de 2013, de la revista Journal of Endovascular Therapy.

“El uso de endoprótesis recubierta de chimenea y/o de periscopio para patologías aórticas pararrenales permite lograr y mantener la exclusión del aneurisma con éxito en el 90% de los casos, a los 24 meses de seguimiento radiológico”, concluyeron el autor principal Konstantinos Donas, MD, PhD, del Hospital San Franziskus y sus colegas. “En los centros con experiencia en este método, la técnica de chimenea puede significar una modalidad terapéutica confiable para ciertos pacientes”.

Cuando las ramificaciones importantes de los vasos están involucradas en el aneurisma, cubrirlos puede conducir a problemas serios con los principales órganos, como los riñones y los intestinos. Un tratamiento para hacer frente a este problema consiste en colocar una endoprótesis recubierta de chimenea entre la endoprótesis aórtica y la pared de la aorta. La endoprótesis de chimenea empieza en la aorta sana y corre paralela a la endoprótesis recubierta aórtica, terminando en la abertura de una rama cubierta del vaso, suministrando sangre al vaso y al órgano al que provee de sangre.

Enlaces relacionados:

St. Franziskus Hospital

University Hospital Zürich



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