Irrigación no ofrece más ventajas que aspiración en apendicitis perforada

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 29 Oct 2012
La irrigación peritoneal no ofrece ninguna ventaja sobre la aspiración sola durante la cirugía laparoscópica en niños con apendicitis perforada, según un nuevo estudio.

Investigadores del Hospital Infantil Mercy (Kansas City, MO, EUA) realizaron un ensayo prospectivo, aleatorio con 220 niños con apendicitis perforada respecto a la irrigación peritoneal con un mínimo de 500 cc de solución salina normal o solamente succión durante la apendicectomía laparoscópica. La perforación se definió como heces en el abdomen o un agujero en el apéndice. Los dos grupos estaban bien pareados con una edad media de 10 años, y ambos grupos tenían síntomas y temperatura de 37,8°C, durante tres días antes de la cirugía. Todos los pacientes fueron sometidos a una apendicectomía estándar de tres puertos y un régimen antibiótico postoperatorio.

Los resultados mostraron que los resultados no cambiaron cuando los cirujanos realizaron irrigación peritoneal para la apendicitis perforada en vez de succión únicamente, con tasas similares de abscesos, localización de los abscesos, duración de la estancia hospitalaria (LOS), dosis de narcóticos, y costos hospitalarios cuando los niños recibieron irrigación peritoneal o solo succión. Ambos grupos de pacientes regresaron a una dieta regular en 3,5 días y permanecieron en el hospital por 5,5 días. El estudio fue presentado en el 132° congreso anual de la Asociación Americana de Cirugía, celebrado en abril de 2012, en San Francisco (California, EUA).

“Yo diría que este estudio es definitivo, después de 110 observaciones en cada grupo y sin ninguna diferencia en los resultados entre los grupos de que un moderado volumen de irrigación con solución salina afecta el resultado durante la apendicectomía laparoscópica por apendicitis perforada en los niños”, dijo el cirujano pediátrico y autor principal, Shawn St. Peter, MD. “Los resultados, sin embargo, no se pueden extrapolar a otros casos contaminados”.

El debate sobre la irrigación de la cavidad peritoneal se ha prolongado durante más de un siglo, remontándose los primeros informes de irrigación a 1906.

Enlace relacionado:
Children’s Mercy Hospital



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