Tecnologías no invasivas ofrecen alternativa a la liposucción
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 10 Apr 2012
Tecnologías no invasivas de remoción de grasa como la radiofrecuencia (RF), la criolipólisis, y el ultrasonido están emergiendo como opciones viables de tratamiento para las personas que no son candidatos apropiados para la liposucción.Actualizado el 10 Apr 2012
Una de las tecnologías más nuevas de reducción de grasa es la RF, que aplica energía a los depósitos de grasa dirigiendo calor controlado a lo profundo dentro de las células grasas y destruyéndolas. A pesar de que la RF no ha sido aún aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE.UU (FDA) para la remoción de grasa, la tecnología está siendo ampliamente usada por los dermatólogos con mucho éxito para las personas con bolsillos de exceso de grasa. Puesto que no hay incapacidad con este procedimiento, los pacientes pueden reasumir sus actividades regulares inmediatamente. Otro beneficio de la RF es su capacidad de reducir grasa y apretar la piel dirigiendo energía a los tejidos de colágeno escogidos.
Un procedimiento nuevo, no invasivo, que está aprobado por la FDA es la criolipólisis, que es usada para remover áreas localizadas de grasa a temperaturas frías en el abdomen bajo o los lados del cuerpo. Puesto que las células grasas son más sensibles a las temperaturas frías que otras células de la piel, la criolipólisis congela los lípidos en las células grasas, los cuales luego se disuelven lentamente sin trauma o lesión para los tejidos circundantes. Por esta razón, los resultados no son inmediatos y la reducción de la capa grasa se vuelve visible gradualmente en el curso de dos a seis meses. Actualmente, la criolipólisis solo permite el tratamiento de áreas más grandes de grasa, pero desarrollos futuros pueden permitirles a los dermatólogos tratar los muslos internos, cuello, y brazos para una reducción más refinada de la grasa.
Una tercera técnica bajo investigación usa ondas de ultrasonido enfocadas, de alta intensidad, para causar la destrucción y escurrimiento de las células grasas. Similar a los otros procedimientos no invasivos usados para la reducción de la grasa, la energía de ultrasonido penetra a través de las capas de piel en la grasa enfocada sin dañar la piel o los tejidos circundantes. La diferencia es que el ultrasonido incluye la destrucción mecánica de las células grasas que luego se disuelven gradualmente en el tiempo, en vez de la destrucción por temperaturas extremas.
“Las células grasas son por naturaleza muy diferentes de otras células, particularmente en cómo responden a estímulos como la temperatura”, dijo la dermatóloga Lisa Donofrio, MD, del departamento de dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale (Nueva Haven, CT, EUA). “La mayoría de las tecnologías nuevas recientemente lanzadas para la remoción de grasa fueron desarrolladas basados en este conocimiento y, como resultado, pueden enfocar áreas de la grasa del cuerpo usando energía aplicada fría o caliente”.
Los procedimientos no invasivos no significan reemplazar la liposucción tumescente para la remoción de la grasa, un procedimiento preciso, controlado, que difiere de los métodos novedosos de reducción de grasa externa de “esperar y ver”, y los candidatos tampoco están en la misma clase. Por ejemplo, los pacientes que toman adelgazantes sanguíneos o tienen una contraindicación para los procedimientos quirúrgicos no son buenos candidatos para la liposucción tumescente, pero pueden ser candidatos para un procedimiento no invasivo.
Enlace relacionado:
Yale University School of Medicine