Transplante facial puede reparar desfiguración severa
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 03 Nov 2008
El transplante facial puede ser un tratamiento útil para la desfiguración severa, aunque tiene riesgos, de acuerdo con los reportes de dos casos. Actualizado el 03 Nov 2008
En el primer informe, cirujanos de la Fourth Military Medical University (Xian, China) describen los resultados a los dos años de un alo-transplante facial parcial realizado en un hombre de 30 años de edad en 2006 que fue atacado por un oso, causando daño severo al lado derecho de su cara. El transplante incluyó anastomosis de la arteria mandibular derecha, vena facial anterior, y nervio facial, y también la reparación completa de la nariz, labio superior, glándula parótida, hueso zigomático, pared frontal del seno maxilar, y parte de la órbita infra-orbital. El régimen inmuno-modulatorio del sujeto incluyó tacrolimus, micofenolato mofetil, corticosteroides, y anticuerpo monoclonal receptor de IL-2 humanizado. Se vio una buena supervivencia del colgajo de tejido, aunque ocurrieron episodios de rechazo agudo a los 3, 5, y 17 meses después de la cirugía. Todos esos episodios fueron controlados efectivamente con ajustes del régimen inmuno-modulatorio. El paciente no tuvo daños en la función renal o hepática y no surgieron infecciones. La hiperglicemia ocurrió poco después de la cirugía y luego reapareció 3 meses más tarde. Después de ser tratada efectivamente con terapia de insulina, el paciente cambió con éxito a agentes orales. Aunque el nervio facial no era totalmente funcional, el paciente pudo hablar, comer, y beber normalmente, indica el reporte.
El segundo informe describe los resultados a un año de un hombre de 29 años que se sometió a transplante facial por daño causado por neurofibroma plexiforme masivo en el CHU Henri Mondor (Creteil, Francia). La resección del tumor que infiltró difusamente la cara media e inferior del paciente, y el alo-transplante del tejido compuesto se realizó en Enero de 2007. La meta principal de la operación de reconstrucción facial fue restablecer la apariencia cutánea y función de la cara, con un enfoque particular en la contracción de los músculos ocular orbicularis y oris. El régimen inmunosupresivo del paciente incluyó suero antilinfocito, tacrolimus, micofenolato mofetil, y prednisona. Después del post-operatorio inmediato sin incidentes, el paciente experimentó episodios de rechazo a los 28 y 64 días después de la cirugía, el último de los cuales se complicó por infección con Cytomegalovirus (CMV). Ambos episodios, sin embargo, se resolvieron sin ninguna evidencia de rechazo adicional y el régimen inmunosupresivo del paciente se pudo reducir. En un año, los resultados funcionales fueron muy buenos, y se notaron más reinervaciones sensoriales y motoras del injerto. Ambos reportes fueron publicados en la edición del 23 de Agosto de 2008 de la revista The Lancet; los autores principales de los estudios fueron Shuzhong Guo, M.D., de Fourth Military Medical University, y Laurent Lantieri, M.D., de CHU Henri Mondor.
"Las contribuciones importantes de los equipos de Xi'an y París para manejar los temas de transplantes faciales han mostrado la necesidad de progresar en tres direcciones: cirugía, inmunología, y psicología”, comentó el Dr. Jean-Michel Dubernard, del Hospital I de la Universidad de Lyón (Francia), y el Dr. Bernard Devauchelle, del Hospital Universitario Amiens-Nord (Francia). "La cooperación entre los equipos será necesaria para contestar las muchas preguntas técnicas, funcionales, inmunológicas, y fisiológicas planteadas por el transplante facial”.
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