Actualizan las guías de RCP para la atención y reanimación de emergencia pediátrica y neonatal
Actualizado el 10 Nov 2025
El paro cardíaco en lactantes y niños sigue siendo una de las principales causas de urgencias pediátricas, con más de 7.000 casos extrahospitalarios y 20.000 intrahospitalarios al año en Estados Unidos. El reconocimiento precoz, la respuesta rápida y la reanimación cardiopulmonar (RCP) de alta calidad son fundamentales para la supervivencia; sin embargo, las necesidades de los niños difieren significativamente de las de los adultos. Para abordar estas diferencias y mejorar la preparación clínica, se han publicado guías actualizadas que recogen las recomendaciones más recientes basadas en la evidencia para la reanimación pediátrica y neonatal.
La actualización ha sido publicada conjuntamente por la Academia Americana de Pediatría (AAP; Itasca, IL, EUA) y la Asociación Americana del Corazón (AHA; Dallas, TX, EUA). Esta publicación marca la primera revisión importante de las guías de soporte vital básico y avanzado pediátrico, así como de la reanimación neonatal, desde 2020. Las recomendaciones actualizadas están diseñadas para su uso en entornos comunitarios, prehospitalarios y hospitalarios, y sirven de guía tanto para profesionales de la salud como para personas sin formación médica.
Expertos de ambas organizaciones codirigieron los tres capítulos clave: Soporte Vital Avanzado Pediátrico, Soporte Vital Básico Pediátrico y Reanimación Neonatal, garantizando así la representación equitativa de cada entidad. Entre las principales actualizaciones pediátricas, las guías establecen una cadena de supervivencia unificada para adultos y niños, tanto en casos de paro cardíaco intrahospitalario como extrahospitalario, haciendo hincapié en la prevención, la preparación y la intervención temprana.
Las revisiones resaltan la importancia del reconocimiento precoz, la activación inmediata de los servicios de emergencia y la reanimación cardiopulmonar (RCP) de alta calidad, comenzando con compresiones torácicas. En cuanto a la obstrucción de las vías respiratorias por cuerpo extraño (OVACE), ahora se recomienda que los lactantes reciban ciclos repetidos de cinco golpes en la espalda alternados con cinco compresiones torácicas, mientras que los niños deben recibir cinco golpes en la espalda alternados con cinco compresiones abdominales; esto representa un cambio con respecto a las recomendaciones anteriores.
Para las compresiones torácicas en lactantes, ahora se recomienda que los rescatistas utilicen la técnica de una mano o la de ambos pulgares con las manos envolventes, mientras que el método obsoleto de dos dedos se ha eliminado debido a su profundidad insuficiente. Estas mejoras garantizan una mayor eficacia y facilidad de aplicación tanto para profesionales como para personas presentes en el lugar.
El capítulo neonatal introduce una cadena de atención para recién nacidos, distinta de la cadena general de supervivencia, que comienza con la atención prenatal y se extiende hasta la recuperación posnatal y el seguimiento. Las recomendaciones indican que el pinzamiento del cordón umbilical debe retrasarse al menos 60 segundos (en lugar de los 30 segundos recomendados anteriormente) y subrayan la importancia de una ventilación eficaz como máxima prioridad en la reanimación neonatal. Se insta a los profesionales sanitarios a anticipar posibles complicaciones y a trabajar en equipos coordinados con formación en reanimación neonatal.
Las actualizaciones neonatales adicionales incluyen ventilación a una frecuencia de 30 a 60 insuflaciones por minuto (ampliada respecto al rango anterior de 40 a 60), junto con mejores prácticas actualizadas para el posicionamiento de las compresiones torácicas, la colocación del oxímetro de pulso y las medidas correctivas de la ventilación. El documento, titulado "Guías de la Asociación Americana del Corazón y la Academia Americana de Pediatría de 2025 para la Reanimación Cardiopulmonar y la Atención Cardiovascular de Emergencia", se ha publicado en las revistas Circulation y Pediatrics.
"Las directrices también señalan que entre uno de cada 10 y 20 recién nacidos al año necesita ayuda para pasar del entorno lleno de líquido del útero a la habitación llena de aire", dijo el Dr. Henry Lee, copresidente del Grupo de Redacción Neonatal. "Es fundamental que cada recién nacido cuente con un profesional de la salud dedicado a facilitar esa transición, capacitado y equipado para cumplir ese rol conforme a estas recomendaciones".
Enlaces relacionados:
American Academy of Pediatrics
American Heart Association