Asocian catéteres centrales con infecciones en pacientes con diálisis

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 19 Jul 2017
El uso de catéteres venosos centrales (CVC) para la hemodiálisis está relacionado con una mayor tasa de infecciones del torrente sanguíneo, según un nuevo estudio.

Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, Atlanta, GA, EUA), realizaron un análisis de los datos de 6.005 centros de hemodiálisis ambulatorios, en los Estados Unidos, que informaron las tasas de incidencia de tres tipos de eventos de diálisis a La Red Nacional de Seguridad Sanitaria de los CDC (NHSN): infección del torrente sanguíneo (BSI); inicio antimicrobiano intravenoso; y pus, enrojecimiento o aumento de la hinchazón en el sitio de acceso vascular. Los datos incluyeron eventos para pacientes ambulatorios de hemodiálisis tratados en cada instalación durante los dos primeros días hábiles de cada mes.

Las instalaciones de hemodiálisis informaron datos sobre un total de 160.971 eventos de diálisis, que incluyeron a 29.516 BSI; 149.722 inicios antimicrobianos intravenosos; y 38.310 episodios de pus, enrojecimiento o aumento de la hinchazón. Los investigadores calcularon las tasas de eventos estratificados por el tipo de acceso vascular - fístula arteriovenosa (AVF), injerto arteriovenoso (AVG) o catéter venoso central (CVC). A continuación, estandarizaron las tasas de infección mediante la comparación de los resultados obtenidos de cada instalación individual con el número previsto de infecciones por infecciones del torrente sanguíneo.

Los resultados mostraron que el 77% de las BSI estaban relacionados con el acceso a la circulación de los pacientes. Una mayoría, - el 63% de las BSI y el 70% de las BSI relacionadas con el acceso - ocurrieron en los pacientes que tenían un CVC. Otras tasas de eventos de diálisis fueron también más altas entre los pacientes que usaban CVC. El Staphylococcus aureus fue el patógeno más comúnmente aislado (31%), en las BSI, entre los que sufrieron una infección, y el 40% de los aislamientos de S. aureus analizados fueron resistentes a la meticilina. El estudio fue publicado el 29 de junio de 2017, en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology (CJASN).

“Ahora tenemos una imagen más clara de las tasas y los tipos de infecciones que sufren los pacientes a quienes les practican hemodiálisis en los Estados Unidos, ya que casi todas las instalaciones de hemodiálisis de pacientes ambulatorios participan en la vigilancia de eventos de diálisis del NHSN de los CDC”, dijo el autor principal, Duc Bui Nguyen, MD, La División de Promoción de la Calidad de la Salud. “Nuestros hallazgos hacen hincapié en la necesidad de que las instalaciones de hemodiálisis mejoren la prevención de las infecciones y las prácticas de atención del acceso vascular”.

Una AVF es el acceso más recomendado para los pacientes renales a quienes les deben practicar diálisis, creada por la conexión de una vena y la arteria de los pacientes para formar un sitio, de larga duración, a través del que la sangre puede ser retirada y devuelta. Alternativamente, en los pacientes que no son adecuados para la colocación de una fístula, se puede usar un AVG -un conducto de plástico entre una arteria y una vena-. Algunos pacientes, sin embargo, prefieren un CVC, por razones que incluyen la preparación inadecuada para la diálisis, evitar la cirugía, o el miedo a las agujas (ya que la conexión a la máquina de diálisis, a través de un catéter, no requiere agujas).


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