Biosensor acústico evalúa seguridad de alimentación post quirúrgica

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 15 Sep 2014
Un novedoso dispositivo acústico desechable podría ayudar a monitorizar la digestión en los pacientes postoperatorios.

El dispositivo de vigilancia gastrointestinal acústica (AGIS), desarrollado por investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA, EUA), es un biosensor no invasivo que se asemeja a una pequeña tapa de plástico (con un pequeño micrófono en el interior) que puede detectar el íleo paralítico postoperatorio (POI), un mal funcionamiento de los intestinos. Usando el sensor, los investigadores pueden monitorizar sonidos que emanan desde los intestinos y medir la velocidad de los acontecimientos acústicos (es decir, movimientos) a medida que ocurren. En un estudio, los investigadores compararon las tasas intestinales de 7 individuos sanos mediante el uso del dispositivo durante 60 minutos (después de una comida estandarizada) a las tasas registradas en dos grupos postoperatorias, 8 pacientes que toleraban la comida, y 25 que tenían POI.

Imagen: El dispositivo acústico para la vigilancia gastrointestinal (AGIS) (Fotografía cortesía de la UCLA).

Los resultados mostraron que el AGIS separó a los pacientes de los controles con 100% de sensibilidad y 97% de especificidad. Según los investigadores, el uso de AGIS puede mejorar los resultados quirúrgicos, disminuir los costos de salud, y acortar las estancias hospitalarias. El dispositivo también podría ser utilizado para ayudar a diagnosticar el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), además de ayudar a las personas obesas a aprender por los sonidos de su intestino cuando deben o no deben comer para ayudarles a perder peso. El estudio fue publicado el 5 de agosto de 2014, en la revista Journal of Gastrointestinal Surgery.

“La manera en que los médicos controlan actualmente el POI es poniendo un estetoscopio en el vientre del paciente durante 15 segundos, escuchar brevemente a ver si detectan los sonidos del despertar intestinal, y preguntar sobre la flatulencia. Es todo muy rudimentario e inexacto”, dijo el autor principal, Prof. Brennan Spiegel, MD. “En el futuro, los médicos pueden utilizar el biosensor para determinar qué pacientes pueden alimentarse, tomar una decisión basada en la evidencia en lugar de sólo una suposición basada en información menos específica”.

“El sistema biosensor es un instrumento de bajo costo que satisface una necesidad insatisfecha de monitorización continua y no invasiva de los procesos digestivos humanos”, añadió el profesor de ingeniería eléctrica, el coautor William J. Kaiser, PhD, codirector del Instituto de Salud Inalámbrica en la UCLA. “El potencial de este biosensor ha sido emocionante, ya que servirá muchas aplicaciones desde la vigilancia del POI hasta una amplia gama de aplicaciones de diagnóstico de los procesos digestivos. El biosensor puede operar en la clínica, en el hogar y en cualquier lugar del mundo”.

El POI se refiere a la parálisis intestinal y la intolerancia de la ingesta oral debido a factores no mecánicos que alteran la actividad motora propulsiva coordinada normal del tracto gastrointestinal después de la cirugía abdominal o no abdominal. Existe un consenso general de que un cierto grado de POI es una respuesta obligatoria y fisiológica normal a la cirugía abdominal, y es generalmente una enfermedad benigna que se resuelve sin consecuencias graves. Sin embargo, cuando el POI se prolonga, conduce a la incomodidad del paciente, la insatisfacción y la hospitalización prolongada, y debe diferenciarse de la obstrucción intestinal mecánica u otras complicaciones postoperatorias.

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University of California, Los Angeles




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