Nueva herramienta mejora la detección del cáncer de hígado

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 25 Nov 2024

El carcinoma hepatocelular (CHC), una forma de cáncer de hígado, es el sexto cáncer más frecuente a nivel mundial y la tercera causa principal de muertes relacionadas con el cáncer. Las pruebas de detección actuales para el CHC suelen estar dirigidas a personas con hepatitis viral o con daño hepático irreversible, como cirrosis. Sin embargo, debido al aumento de las tasas de obesidad, ha surgido un nuevo factor de riesgo, la enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD; por sus siglas en inglés), pero actualmente no se incluye en los protocolos de detección. Para abordar esta brecha, los investigadores han desarrollado y validado una nueva puntuación de riesgo para el CHC que incorpora la MASLD junto con otros factores clave.

Un equipo de investigación de la Facultad de Medicina de Yale (New Haven, CT, EUA) y la Universidad de Pensilvania (Filadelfia, PA, EUA) realizó un estudio de cohorte utilizando datos de más de seis millones de adultos en los registros médicos electrónicos de la Administración de Salud de Veteranos (VA). Excluyeron a las personas con infecciones conocidas de hepatitis B o C o cirrosis descompensada. Para su análisis, seleccionaron una visita ambulatoria por paciente desde 2007 hasta 2020, recopilando variables como edad, sexo, raza, índice de masa corporal, FIB-4 (una medida de fibrosis hepática) e información sobre diabetes, tabaquismo y consumo de alcohol. El estudio hizo un seguimiento de estos pacientes hasta que se les diagnosticó CHC, fallecieron o concluyó el estudio. De los 6.508.288 individuos estudiados, 15.142 desarrollaron carcinoma hepatocelular. Los hallazgos, publicados en la revista JAMA Network Open, destacan el desarrollo y la validación de una nueva puntuación de riesgo para el CHC.


Imagen: Los investigadores han desarrollado un puntaje de riesgo para el cáncer hepatocelular en adultos sin hepatitis viral o cirrosis (foto cortesía de 123RF)

Si bien la FIB-4 resultó ser la variable más importante para predecir el riesgo de cáncer de hígado, otros factores como la obesidad y la diabetes también mostraron una correlación fuerte e independiente con la incidencia de la enfermedad. La FIB-4, que ya se había validado para enfermedades hepáticas virales, alcohólicas y esteatósicas, se desglosó en sus componentes individuales (AST, ALT, plaquetas y edad) y en el modelo final se utilizaron variables continuas, en lugar de categóricas. Este enfoque mejoró significativamente la precisión del modelo de predicción.

El objetivo de este nuevo puntaje de riesgo no es identificar un único factor como el más significativo, sino evaluar el efecto combinado de múltiples factores que contribuyen al riesgo de CHC en los individuos, destacando el potencial de la medicina de precisión. Los investigadores descubrieron que su puntuación de riesgo superó a la FIB-4 por sí sola, ofreciendo una mayor sensibilidad y valor predictivo positivo, además de revelar un gradiente de riesgo entre los pacientes con puntuaciones FIB-4 específicas. El equipo pretende validar esta escala de riesgo en otros entornos sanitarios más allá del VA, con el objetivo final de mejorar las prácticas de atención primaria. Las variables utilizadas en este estudio son fácilmente medibles en la atención primaria de rutina, y los investigadores esperan que esto ayude a los pacientes a comprender mejor los factores de riesgo modificables de la enfermedad hepática.

“Factores como el tabaquismo y la obesidad no solo contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ssino también a enfermedades hepáticas”, afirmó Amy Justice, MD, PhD, profesora titular de Medicina (medicina general) de la Facultad de Medicina de Yale y una de las investigadoras principales del estudio. “El reconocimiento y la modificación de estos factores de riesgo son esenciales para mejorar los resultados de salud”.


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