Morceladores aumentan niveles de cáncer no detectados

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 10 Sep 2014
Un nuevo estudio muestra que el uso de morceladores ginecológicos de potencia en las mujeres a quienes les practican histerectomía laparoscópica produce un aumento en los niveles de cáncer no detectado.

Investigadores de la Facultad de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia (Nueva York, NY, EUA) realizaron un estudio con 36.470 mujeres que se sometieron a histerectomía mínimamente invasiva con morcelación uterina entre 2006 y 2012, en más de 500 hospitales. El resultado primario fue la identificación de cáncer de cuerpo uterino (todas las histologías) con base en la Clasificación Internacional de Enfermedades. Los investigadores también examinaron la incidencia de neoplasias uterinas; neoplasias malignas de otras partes del útero, incluyendo el cáncer de cuello uterino y las estructuras anexas circundantes (otro cáncer ginecológico); además la hiperplasia endometrial.

Los resultados mostraron que entre aquellos que se sometieron a morcelación, se identificaron 99 casos de cáncer de útero; también se encontraron 26 casos de otros cánceres ginecológicos, al igual que 39 neoplasias uterinas de potencial maligno incierto, y 368 casos de hiperplasia endometrial. Entre las mujeres que se sometieron a morcelación, la edad avanzada se asoció con el cáncer subyacente y la hiperplasia endometrial. En comparación con las mujeres menores de 40 años, la proporción de prevalencia de una enfermedad maligna del útero aumentó de 4,97, en mujeres de 50 a 54 años, a 19,37 en las de 55 a 59 años, a 21,36 en las de 60 a 64 años, y al 35,97 para las mujeres de 65 años o mayores. El estudio fue publicado el 22 de julio de 2014, en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

“Se ha encontrado que las mujeres con neoplasias aparentemente confinadas al útero en el momento de la morcelación tienen diseminación tumoral intraperitoneal en el momento de la re-exploración”, concluyeron el autor, Jason Wright, MD, y sus colegas. “Aunque los morceladores han estado en uso desde 1993, pocos estudios han descrito la prevalencia de la patología inesperada en el momento de la histerectomía. Los pacientes que consideran la posibilidad de la morcelación deben ser aconsejados adecuadamente sobre la prevalencia de condiciones cancerosas y precancerosas, antes de someterse al procedimiento”.

A pesar de que la CMI ha mejorado los resultados de la histerectomía, el procedimiento requiere la extirpación del útero a través de pequeñas incisiones. Esto ha llevado a que la morcelación ginecológica-la fragmentación del útero en piezas más pequeñas-se convierta en un método para extraer el útero. En mayo de 2014, la Dirección de Alimentos y Medicamentos de los EUA (FDA) emitió una advertencia contra el uso de dispositivos laparoscópicos para la trituración de potencia” en la CMI, para eliminar los fibromas uterinos, afirmando que las mujeres que se someten a los procedimientos tienen un riesgo de 1 en 350 de sarcoma uterino y que las herramientas del triturador podrían empeorar la propagación del tejido canceroso.

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Columbia University College of Physicians and Surgeons



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