La estimulación térmica para los sobrevivientes de la apoplejía

Por el equipo editorial de Hospimedica en Español
Actualizado el 27 Mar 2006
La estimulación térmica, que alterna terapia de calor y frío, ayudó a rehabilitar los miembros superiores paralizados de los sobrevivientes de apoplejía aguda en un ensayo reciente.
Los investigadores encontraron que los ciclos de calor y frío mejoraron significativamente la función sensorial y motora en los brazos y las manos de los sobrevivientes de apoplejía después de unas pocas semanas de terapia. Los resultados fueron reportados en la revista "Stroke”, la publicación de la Asociación Americana de Cardiología.
La estimulación térmica es común en la rehabilitación ortopédica, y algunas veces es usada para tratar el dolor músculo-esquelético o la espasticidad en los pacientes de apoplejía. Los estudios anteriores mostraron que la estimulación térmica puede activar simultáneamente muchas áreas del cerebro, un proceso que se cree ayuda a los pacientes de apoplejía a recuperar la función.
"Usamos calor y frío por varias razones”, dijo Fu-Zen Shaw, un profesor asociado de ciencias biológicas y tecnología de la Universidad Nacional Chiao Tung (Hsinchu, Taiwán), que dirigió el equipo de investigación. "Ellos inducen sensaciones diferentes en los sobrevivientes de apoplejía, producen respuesta reflexiva o respuestas motoras voluntarias, y finalmente, pueden prevenir que la piel se adapte a un solo agente”.
El equipo usó seis criterios para evaluar el mejoramiento del paciente: cambios en la sensación, extensión de la muñeca, fuerza del cierre del puño, flexión de la muñeca, una escala de función motora de seis puntos conocida como estadío Brunnstrom, y la escala de evaluación motora modificada. Los miembros del equipo de investigación que evaluaron el progreso de los pacientes no sabían cuál grupo recibió la estimulación térmica.
Al final del ensayo de seis semanas, los pacientes con estimulación térmica tuvieron tasas mayores de recuperación en cuatro de las seis mediciones y mostraron una tendencia mayor de mejoría en la fuerza de cierre del puño y la extensión de la muñeca en comparación con el grupo control, dijo el Dr. Shaw. El tono muscular fue similar en ambos grupos.
"Nuestros resultados indican que la estimulación térmica es una técnica buena, útil y conveniente para acelerar la función motora-sensitiva de los miembros superiores después de la apoplejía”, añadió el Dr. Shaw. "Les proporciona a los terapeutas una opción alterna a otras técnicas en la neurorehabilitación clínica”.



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National Chiao Tung University

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