Biomarcadores encontrados para la afección COVID-19 en niños pueden ayudar a predecir la gravedad de la enfermedad y a desarrollar terapias para el MIS-C
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 07 Sep 2021
Los investigadores han encontrado biomarcadores que podrían ayudar a predecir la gravedad de una complicación, rara pero grave, en niños con COVID-19.Actualizado el 07 Sep 2021
Los hallazgos del estudio dirigido por Cedars-Sinaí (Los Ángeles, CA, EUA), pueden ayudar a predecir la gravedad de la enfermedad y desarrollar terapias para el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C). Esta afección inflamatoria, rara pero grave, que afecta a los niños que contraen COVID-19 produce un patrón distintivo de biomarcadores que pueden ayudar a los médicos a predecir la gravedad de la enfermedad y también ayudar a los investigadores a desarrollar nuevos tratamientos, según los hallazgos del estudio.
El estudio Cedars-Sinaí se centró en MIS-C, una respuesta inflamatoria que involucra múltiples órganos y que puede ocurrir semanas después de la infección con SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. Los investigadores examinaron un pequeño grupo de pacientes para identificar una serie de vías patógenas que culminan en el MIS-C, junto con proteínas en la sangre con potencial para actuar como biomarcadores para pronosticar la gravedad del síndrome y ayudar a impulsar las decisiones de tratamiento. Se tienen la imagen cada vez más del MIS-C como una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico se vuelve hiperactivo y ataca por error los propios órganos del cuerpo, según los investigadores. Este proceso se puede desencadenar por un daño tisular generalizado causado por la infección por SARS-CoV-2.
Los niños con MIS-C a menudo presentan síntomas similares a los observados en la llamada tormenta de citoquinas, una respuesta inflamatoria que puede ser fatal en pacientes con COVID-19. Estos síntomas pueden incluir fiebre persistente y problemas gastrointestinales, respiratorios, neurológicos y cardiovasculares, como shock e inflamación del músculo cardíaco. Investigaciones anteriores habían descubierto procesos biológicos similares involucrados en el MIS-C, la tormenta de citoquinas y el síndrome de choque tóxico, una complicación rara y potencialmente mortal de las infecciones bacterianas. Para el nuevo estudio, el equipo de investigación adoptó un enfoque interdisciplinario en el que examinaron a 69 niños, incluidos aquellos con y sin MIS-C y siete con otro trastorno inflamatorio pediátrico: la enfermedad de Kawasaki. Se necesitan investigaciones futuras para validar los hallazgos en un grupo de pacientes más grande, según los investigadores.
“Implementamos una variedad de técnicas avanzadas, que incluyen proteómica, secuenciación de ARN y análisis de anticuerpos y señalización del sistema inmunológico”, dijo Jennifer Van Eyk, PhD, directora del Instituto Avanzado de Investigación en Biosistemas Clínicos en el Instituto Cardiológico Smidt en Cedars-Sinaí y una experta en proteómica: el estudio de proteínas a nivel molecular y genético. “Al combinar fuerzas, estamos en mejores condiciones de acelerar los descubrimientos científicos para mantener el ritmo de la pandemia en rápida evolución y para informar las decisiones clínicas”.
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Cedars-Sinaí