Potentes imágenes cerebrales permiten a los investigadores identificar el daño tisular después de la enfermedad COVID-19

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 28 Mar 2021
Un equipo multidisciplinario de más de una docena de científicos y médicos está combinando su experiencia y utilizará imagenología cerebral potente para comprender mejor los efectos del COVID-19 en el cerebro.

Científicos y médicos del Instituto de Investigación Robarts y la Escuela de Medicina y Odontología Schulich de la Western University (Londres, ON, Canadá) están aprovechando las fortalezas de la investigación interdisciplinaria, incluyendo expertos en imagenología cerebral, neurología cognitiva y enfermedades infecciosas. Desde que se identificó el virus en la población hace poco más de un año, los investigadores y médicos han observado síntomas neurológicos y cognitivos, algunas veces asociados con la enfermedad. Los médicos han visto una amplia gama de estos síntomas, incluyendo pérdida de memoria o confusión, cefaleas severas y pérdida del sentido del olfato. En casos graves y raros, los pacientes hospitalizados desarrollan apoplejía.

Imagen: Tres exploraciones de resonancia magnética 7T que demuestran el alto nivel de contraste y resolución que permite a los investigadores identificar el daño tisular después de la enfermedad COVID-19 (Fotografía cortesía de Rob Bartha / Instituto de Investigación Robarts)

Si bien han podido observar estos diversos síntomas, los científicos no han llegado al fondo de lo que está sucediendo en el cerebro para causarlos. Dado que algunas personas con COVID-19 desarrollan coágulos sanguíneos y cambios en los vasos sanguíneos, el equipo de investigación cree que los síntomas neurológicos podrían ser causados porque el virus desencadena hemorragias minúsculas en el cerebro – las que clínicamente se conocen como micro-hemorragias. Algunas de estas pequeñas lesiones cerebrales son tan pequeñas que no son visibles con la imagenología cerebral clínica realizadas en los hospitales.

Sin embargo, un escáner de RM de campo ultra-alto del Centro para Mapeo Funcional y Metabólico de Robarts es más del doble de potente que uno de RM convencional y puede escanear el cerebro con una resolución extremadamente alta. Los investigadores de Robarts han desarrollado técnicas especializadas para usar la RM Tesla-7 para observar aun las micro-hemorragias más pequeñas. También pudieron detectar los cambios más sutiles de la materia blanca que pueden mostrar donde está lesionado el cerebro, y rastrear cambios en la acidez en el cerebro que pueden indicar dónde ha faltado el oxígeno. El equipo espera reclutar 60 pacientes que hayan experimentado síntomas neurológicos de COVID-19. Los investigadores harán pruebas cognitivas para observar los cambios en la funcionalidad después de la enfermedad y realizar también una gama completa de resonancias magnéticas. La esperanza es determinar exactamente qué es lo que sucede en el cerebro de los pacientes con COVID-19 y obtener información sobre cuáles podrían ser los efectos a largo plazo.
“Lo que estamos haciendo aquí es muy completo y único”, dijo Robert Bartha, PhD, director interino de Estrategia e Integración Científica de Robarts, que está liderando la parte de imagenología del estudio. “Estamos reuniendo una serie de medidas muy avanzadas que hemos desarrollado en otros estudios para observar la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer y la epilepsia para tratar de obtener una imagen completa de lo que está sucediendo neurológicamente en el COVID-19”.

“Una de las preguntas realmente interesantes que esperamos responder es el efecto del COVID-19 sobre el desarrollo de otras enfermedades en el futuro”, añadió Bartha. “Cada vez que se tiene una condición que causa daño al cerebro, surge la pregunta de si podría o no acelerar los procesos que causan enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o la demencia”.

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Western University


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