Estudio nuevo encuentra que la administración de zinc ayuda en la recuperación y reduce la mortalidad en pacientes con COVID-19

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 09 Mar 2021
De acuerdo con un estudio nuevo, la administración de suplementos de zinc, a pacientes con COVID-19 con niveles bajos de este elemento, puede ser una estrategia para reducir la mortalidad y el tiempo de recuperación.

En el estudio, realizado por médicos e investigadores del Hospital del Mar (Barcelona, España) y la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España), la administración de zinc a pacientes con COVID-19, no solo ayuda a su recuperación, sino que también ayuda a prevenir a los grupos de riesgo, como los ancianos, de sufrir los peores efectos de la enfermedad.

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El estudio analizó los niveles de zinc de 249 pacientes adultos, tratados en el centro, entre el 9 de marzo y el 1 de abril de 2020, con una edad media de 65 años. Los síntomas más frecuentes que se presentaron en el momento del ingreso fueron fiebre, tos y disnea. En todos los casos, analizaron sus niveles de zinc en sangre, considerando bajos los menores de 50 μg/dL. Uno de cada cuatro pacientes tenía niveles bajos de zinc. Este grupo tenía síntomas más graves y niveles más altos de inflamación según lo medido por dos marcadores, la proteína C-reactiva (PCR) y la interleuquina 6 (IL-6), que median la respuesta inflamatoria. En promedio, la duración de su estancia en el hospital fue tres veces más larga que la de los pacientes con niveles más altos de zinc (25 días en comparación con ocho).

En cuanto a la mortalidad, los niveles de zinc fueron significativamente mayores en los pacientes que sobrevivieron a la infección, 62 μg/dL, frente a 49 μg/dL para los que fallecieron. Además, uno de cada cinco pacientes con niveles bajos de zinc murió. Por el contrario, la tasa de mortalidad de los que presentaban mayores niveles al ingreso fue del 5%. El estudio revela que un aumento de una unidad de zinc en el plasma sanguíneo está directamente relacionado con una reducción del 7% en el riesgo de morir por COVID-19.

Los resultados confirmaron que el mal pronóstico en pacientes con bajas concentraciones de zinc se debe tanto al efecto que tiene la falta de zinc sobre el desequilibrio inmunológico como al aumento de la carga viral, ya que encontraron que los niveles bajos de zinc potencian la expansión del virus en las células infectadas. Al mismo tiempo, los resultados indicaron que se debe buscar un elemento que permita potenciar la actividad del zinc en la célula para bloquear la replicación viral, ya que sus estudios demostraron que, contrariamente a lo que se había especulado al inicio de la pandemia, la cloroquina no puede realizar esta función.

“Hemos demostrado la importancia de los niveles de zinc en la sangre de los pacientes como un factor predictivo adicional del resultado de la COVID-19, así como su potencial como herramienta terapéutica para el tratamiento”, dijo el Dr. Robert Güerri, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas. del Hospital del Mar. “Por ello, proponemos esta variable como un nuevo parámetro para predecir la evolución de los pacientes y proponemos iniciar ensayos clínicos sobre la administración de suplementos de zinc a grupos de riesgo que tienen niveles bajos de zinc para reducir los efectos de la pandemia”.

Enlace relacionado:
Hospital del Mar
Universidad Pompeu Fabra


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