Estudio encuentra que las personas con ausencia del receptor para las células asesinas naturales tienen más posibilidad de desarrollar una COVID-19 severa

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 24 Feb 2021
Las personas con una ausencia parcial o total de un receptor activador especial en las células asesinas naturales (células NK), que destruyen las células infectadas por virus, tienen más probabilidades de desarrollar una COVID-19 grave.

Un grupo de investigación del Centro de Virología de la Universidad Médica de Viena (Viena, Austria) demostró que las personas que requirieron hospitalización con COVID-19 tenían significativamente más probabilidades de presentar una variación genética debido a la cual aproximadamente el 4% de la población de forma natural carecen del receptor de activación NKG2C y en el 30% de la población este receptor está disponible sólo parcialmente.

Ilustración

Normalmente, la respuesta inmunitaria antiviral de las células NK es un paso importante para combatir la replicación viral en la fase inicial de la infección. En su superficie, estas células asesinas tienen receptores de activación especiales, incluido el receptor NKG2C, que se comunica con una célula infectada a través de una de sus estructuras superficiales especializadas, HLA-E. Esta interacción da como resultado la destrucción de las células infectadas por los virus. Los investigadores demostraron que las personas que requirieron hospitalización por COVID-19 eran significativamente más propensas a exhibir la variación genética subyacente a la falta del receptor, que las personas que solo experimentaron una enfermedad leve. El estudio indica la importancia de la respuesta de las células NK en la batalla contra la infección por SARS-CoV-2.

“La ausencia del receptor fue particularmente prevalente en los pacientes con COVID-19 tratados en unidades de cuidados intensivos, independientemente de la edad o el género. También se asociaron las variaciones genéticas en el HLA-E de la célula infectada con la gravedad de la enfermedad, aunque en menor medida”, dijo Elisabeth Puchhammer-Stöckl, quien dirigió el equipo de investigación. “Por lo tanto, esta parte de la respuesta inmune también podría representar un objetivo importante para los medicamentos que podrían ayudar a prevenir la enfermedad grave de COVID-19”.

Enlace relacionado:
Universidad Médica de Viena


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