Estudio encuentra que vacuna trivalente contra la influenza reduce el riesgo de COVID-19 grave, especialmente entre los grupos de alto riesgo

Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 10 Jul 2020
Un nuevo estudio de pacientes con COVID-19 ha demostrado que una vacuna trivalente reciente contra la gripe reduce las probabilidades de enfermedad grave, el requisito de soporte con ventilador y la muerte, lo que indica que se deben usar ampliamente dichas vacunas para reducir el riesgo de COVID-19 grave, especialmente entre grupos de alto riesgo.

El estudio examinó los resultados en más de 92.000 pacientes con COVID-19 en Brasil, que habían recibido y que no habían recibido vacunas contra la gripe recientemente. Los investigadores encontraron que la mortalidad en el grupo no inmunizado aumentó de aproximadamente el 14% en el grupo de edad de menos de 10 años al 84% entre las personas de 90 años o más. Sin embargo, la mortalidad fue menor en todos los grupos de edad en el grupo inmunizado, con un riesgo 17% menor en el grupo de edad de 10 a 19 años y 3% menor en los mayores de 90 años. El estudio también analizó la relación entre la vacuna antigripal y descubrió que entre los pacientes vacunados, había una reducción significativa en más de un tercio en las probabilidades de morir de COVID-19, dejando las probabilidades de morir de COVID-19 en un 18%.

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Entre los pacientes con un diagnóstico positivo de COVID-19 demostrado con RT-PCR, la asociación entre menor mortalidad y vacunación contra la gripe siguió siendo significativa. Aquellos con obesidad y trastornos pulmonares, así como trastornos renales tenían un mayor riesgo de muerte, mientras que aquellos con asma enfrentaban un riesgo menor. Además, los pacientes que habían recibido la vacuna contra la gripe tenían un 8% menos de probabilidades de requerir cuidados intensivos y alrededor de un 20% menos de probabilidades de necesitar asistencia respiratoria. Se encontró que los pacientes vacunados en la ronda actual estaban protegidos, pero no los vacunados antes. Los pacientes que habían sido vacunados antes de desarrollar síntomas de COVID-19 mostraron una reducción del 20% en las probabilidades de mortalidad, mientras que hubo una reducción del 27% en las probabilidades de muerte en aquellos que fueron vacunados después del inicio de los síntomas.

El estudio demuestra que si bien las vacunas contra la influenza no aumentan el riesgo de resultados adversos entre los pacientes con COVID-19, sí tienen un efecto protector, posiblemente a través de varios mecanismos. En su estudio publicado en el servidor de preimpresión, medRxiv, los investigadores sugirieron: “Dadas las altas similitudes de los virus del SARS-CoV-2 y de la influenza con respecto a la estructura viral, la transmisión y los mecanismos patogénicos, parece posible que ambos virus sean detectados por receptores de reconocimiento de patrones similares o idénticos. Su unión al ARN viral puede desencadenar respuestas inflamatorias y antivirales adecuadas”.

El estudio concluye: “En ausencia de una vacuna para la COVID-19 y sin un tratamiento bien establecido para evitar la progresión de la enfermedad, la inducción de inmunidad entrenada que ejerza efectos beneficiosos y fuera del objetivo podría ser una vía fructífera para mejorar los resultados en la COVID-19. Los gobiernos deberían considerar seriamente promover la vacunación contra la gripe en este momento en vista de los muchos beneficios, ya que reducir la cantidad de casos graves de COVID-19 ayudará a aliviar la tensión en el sistema de salud y permitirá que los pacientes más enfermos reciban la atención adecuada”.

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